Contra 30 años de represión y superexplotación

Nos dirigimos a los trabajadores y jóvenes de Argentina y, particularmente, a los residentes chilenos, para que nos movilicemos y, el 19 de diciembre, votemos contra el ascenso de José Antonio Kast, el candidato de la derecha pinochetista, al gobierno de Chile.

Kast reivindica y quiere ser el continuador de la dictadura de Pinochet. Quiera profundizar la feroz represión que descargó el presidente Sebastián Piñera contra las masivas protestas de estos 2 años. Mantener en la cárcel y procesados a 3.000 presos políticos. Profundizar la militarización de la Araucanía en el sur de Chile y reprimir los reclamos de las comunidades mapuches por la expropiación permanente de sus tierras a favor de una oligarquía. Llama a desarrollar cruzadas xenófobas contra los trabajadores extranjeros y expulsarlos del país. Niega derechos a las mujeres (aborto, etc.) y pretende mantenerlas sojuzgadas bajo los dictados del capital y el Estado. Defiende a capa y espada la privatización del sistema previsional (AFP) con la que se llenan de plata los banqueros y se hunde en la miseria a los jubilados, el mismo contra el cual se han desarrollado masivas movilizaciones los últimos años. Pretende sostener el sistema privado y arancelado en materia educativa, con el cual la educación es un privilegio de las clases dominantes, o bien hunde a la familia obrera en la miseria al defender este derecho para sus hijos.

Es la reacción y la represión en toda la línea.

Es apoyado por los Bolsonaro y Milei, y por la derecha continental.

Contra esto, hay que organizarse y movilizar por todos los reclamos democráticos, sociales y antiimperialistas por los que viene luchando el pueblo chileno. Y, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, del 19 de diciembre, votar contra Kast y la derecha fascistoide.

En Chile, masivas asambleas de mujeres han votado movilizarse por sus derechos y a votar contra Kast. Frente a las amenazas de la privatización de Codelco, mineros del cobre han declarado que irán a la huelga general si se avanza por este camino. Y llaman a votar contra Kast. Los portuarios, que están a la vanguardia de la lucha por el derecho de los trabajadores a retirar de sus cuentas los fondos jubilatorios que les pertenecen -contra la política del gobierno de Piñera que defiende a los banqueros y AFP-, también han convocado al voto contra Kast.

Hacemos un llamado particular a las comunidades de trabajadores chilenos en nuestro país a realizar asambleas (Caba, Bariloche, Santa Cruz, Mendoza, etc.) para movilizarse y organizar el voto contra Kast. Para ello, debemos valernos del recurso que tenemos a nuestro alcance en la segunda vuelta electoral: el voto por el centroizquierdista Gabriel Boric.

Ese voto no significará, de ninguna manera, que apoyemos el programa y la política de Boric, el Frente Amplio y la centroizquierda, que apunta a rescatar el régimen de estos últimos 30 años, responsable de las penurias inauditas que viene soportando el pueblo chileno. El “cambio gradual”, que pregona Boric, no pasa de modificaciones “cosméticas”, manteniendo -en lo esencial- los avances antipopulares impuestos por la contrarrevolución pinochetista. Boric, en los días posteriores a la primer vuelta, ha adelantado sus definiciones políticas: rechaza liberar a los presos políticos, iguala la violencia del Estado con la de los grupos mapuches -en el marco de un discurso favorable al “orden” y “seguridad”-, y anuncia la integración -en calidad de asesores- a hombres de confianza y funcionarios del orden jurídico, político y social vigente.

El 18 de octubre del 2019, estalló en Chile una histórica revuelta popular. Centenares de miles de estudiantes, trabajadores y de los barrios populares, fueron a las calles con sus reivindicaciones y un planteo común: ¡Fuera Piñera! Un pueblo movilizado, luchando meses y meses en las calles contra los pacos, como nunca se ha visto en Chile y pocas veces en América Latina. Fue la rebelión contra el régimen presentado como el “modelo” capitalista para desarrollar las economías. Lo que desarrolló fue un acrecentamiento de la miseria popular y un bochornoso enriquecimiento de las oligarquías capitalistas y el capital financiero.

¿Por qué Piñera se mantuvo -a pesar del fuerte repudio popular- en el poder?

No solo por la salvaje represión, sino también por la firma de un “pacto de paz” hecho con la centroizquierda de Boric, que hizo todos los esfuerzos por frenar las movilizaciones. Pacto al cual se sumó el PC y la dirección de la CUT de “paz social”, para que el pueblo trabajador no profundizara la lucha por sus reclamos, mientras se mantenía, incluso, las cárceles llenas de luchadores populares.

Similar situación se evidenció en la Convención Constituyente, donde la derecha es minoría. En lugar de declararse soberana y tomar en sus manos la resolución de los urgentes reclamos de las masas, dejó en manos de Piñera la continuidad de la gestión de gobierno.

Esta tarea de freno a la movilización de las masas fue desmoralizando a un sector de estas y dando cohesión a una derecha aislada y dividida. Esto se reflejó en la primera vuelta electoral, donde triunfó un candidato ultraderechista que se autoproclama continuador del pinochetismo (Kast) -por escasos 2 puntos- sobre el candidato de la centroizquierda (Boric).

La desmovilización de las masas impulsada por Boric dio este resultado electoral negativo. La derecha se ha reagrupado en torno a Kast.

Es necesario unir fuerzas para un Plan de Lucha contra el régimen de los 30 años y votar el 19 de diciembre contra Kast. Llamamos a valernos del voto a favor de Boric para apuntalar este propósito y esta perspectiva, defendiendo un programa independiente que recoja las demandas y aspiraciones que estuvieron en el centro de la rebelión popular: libertad y desprocesamiento de todos los presos políticos; desmilitarización inmediata de la Araucanía y devolución de las tierras expropiadas a las comunidades mapuches; expropiación de las AFP y creación de un sistema previsional estatal, basado en los aportes patronales, bajo gestión de los trabajadores; nacionalización de todo el sistema educativo: educación laica y gratuita; aumento salarial de emergencia; bono de subsidio a los desocupados; no pago de la deuda pública usuraria; nacionalización integral de la minería, la banca, las empresas de servicios públicos y el gran capital; control obrero de la economía.

Coincidimos con el llamamiento hecho por los compañeros chilenos de la Fuerza 18 de octubre. En todos los terrenos vamos contra Kast: también el 19 de diciembre.

El gobierno argentino de los Fernández acompaña la militarización del sur de Chile contra los mapuches con operativos combinados también en nuestra Patagonia. El presidente viajó este año a Chile y apoyó o a Piñera, el verdugo de las movilizaciones populares. “Es más lo que nos une que lo que nos separa”, fueron las palabras de Alberto Fernández. Los trabajadores nos solidarizamos con la lucha del pueblo chileno. La derrota de Kast significará un fuerte golpe contra los fascismos del continente y un aliciente a las rebeliones populares contra los ajustes fondomonetaristas. Por la unidad socialista de América Latina.