Internacionales

24/10/2020

Manifestaciones en Ecuador contra el ajuste fondomonetarista de Lenín Moreno

Las principales ciudades de Ecuador han vuelto a verse repletas de miles de manifestantes que se levantaron en rechazo al reciente pacto suscripto entre el gobierno de Lenín Moreno y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y contra el feroz ajuste que se halla impulsando el primero en medio de una bancarrota económica y social. En junio, se había producido una jornada similar.

Bajo la convocatoria del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la Federación de Estudiantes de Ecuador (FEUE) y la Unión Nacional de Educadores (UNE), diversos contingentes de trabajadores, estudiantes y campesinos se movilizaron este jueves en gran parte del territorio local, mayoritariamente en Quito (capital), Guayaquil y Cuenca, las tres ciudades más pobladas del país. La Conaie (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador), por su parte, se ha ausentado de esta jornada, limitándose a apoyar su desarrollo desde afuera.

Como reacción a las protestas, el gobierno montó un operativo represivo que llegó a aglutinar a más de 47.000 agentes de las fuerzas de seguridad en todo el país, incluso con la participación, en las calles aledañas al Palacio de Carondelet de Quito, de miembros de las Fuerzas Armadas. Las pretensiones de este despliegue policial se reflejaron crudamente en la noche del día jueves cuando la Policía desató una represión contra los movilizados, con brigadas motorizadas y gas lacrimógeno en el centro histórico de la plaza Santo Domingo.

Luego de la jornada de lucha, la ministra de Gobierno María Paula Romo salió con los tapones de punta contra los sectores de trabajadores que se movilizaron, reivindicando el “desalojo a los violentos” encabezado por la Policía. Ya venía agitando las aguas anteriormente, cuando anunció la militarización de Quito escudándose en la “protección” del patrimonio histórico de la zona.

El ajuste

Desde el campo gubernamental se viene llevando adelante una política de ajuste que tiene como participantes estrella al capital financiero internacional y a la burguesía en su conjunto. Lenín Moreno capitanea un gobierno de ofensiva contra las masas y de importantes lazos con el imperialismo norteamericano. El golpe de mano lo ha dado en mayo, tras la aprobación de la reaccionaria “Ley Humanitaria”, que significó en los hechos una enorme regresión en las conquistas históricas de los trabajadores. Claro está que a este paquete se le deben agregar los recortes presupuestarios en la universidad, la aplicación de tarifazos y el curso privatista abierto en el sector público.

El país andino no ha podido evitar ser arrastrado al torbellino de la crisis capitalista mundial. Actualmente, la brecha fiscal entre ingresos y gastos del Estado es de casi un 9% del PBI (El País, 6/10). La caída de los precios internacionales del petróleo ha echado nafta al fuego de las contradicciones mortales que encierra la dolarizada economía nacional. Algunos sindicatos advirtieron que la cifra de trabajadores despedidos superaría los 400.000, un número que no se aleja de las estimaciones del Banco Central ecuatoriano que señalan que hasta más de medio millón de puestos de trabajo podrían ser destruidos este año (EFE, 21/8).

En este cuadro, el gobierno ha pactado un préstamo de 6.500 millones de dólares con el FMI que condicionará todo el proceso político ulterior, pues las exigencias a cumplir con el acuerdo envuelven un enorme ajuste de las cuentas nacionales, y de conjunto, un zarpazo contra las condiciones de vida de las masas. Dicho pacto está estrechamente relacionado con la reestructuración de la deuda con los bonistas efectuada en agosto, por un monto total de 17.400 millones de dólares. En carpeta están presentes una reforma tributaria que llevará el IVA de un 12% a un 15%, despidos generalizados –en yunta a una “modernización de los contratos laborales”-, ajustes en la educación y la salud, entre otros puntos.

A unos días después de cumplirse el aniversario de la rebelión popular de 2019, es necesario que las masas obreras y campesinas de Ecuador retomen el sendero de aquella formidable gesta histórica para derrotar la avanzada capitalista en ciernes.