Movilizaciones populares sacuden Chile

Mientras el presidente Piñera daba su discurso anual ante el Congreso rindiendo cuentas de su gobierno, las calles de Chile eran sacudidas por una movilización popular de más de 15.000 personas, convocada por las centrales obreras y estudiantiles, exigiendo mejoras educativas y en rechazo a la represa HidroAysén, que busca construir cinco represas en la Patagonia chilena que inundarán unas seis mil hectáreas de vegetación para generar 2.750 MW. El pasado 9 de mayo una comisión gubernamental dio el visto bueno al proyecto, rechazado por más del 70 por ciento de la población. Pocos minutos después de terminado el discurso presidencial, los carabineros arremetieron contra la movilización, dejando decenas de detenidos y heridos.

La movilización no fue un rayo en cielo sereno. Desde hace semanas, Chile vive un intenso clima de movilización popular. Un día antes del discurso de Piñera, se desarrollaron en varias ciudades chilenas multitudinarias marchas, que además de ambientalistas integraban trabajadores y estudiantes. En Santiago, más de 40 mil personas se movilizaron por el centro de la capital chilena hasta el Palacio de La Moneda para manifestar su condena a la aprobación del megaproyecto hídrico en los ríos Baker y Pascua. La marcha fue convocada por varias organizaciones ecologistas a través de las redes sociales, después de que una semana atrás consiguieran reunir a miles de personas en otra manifestación con el mismo objetivo, que se extendió por varias ciudades.

A pesar del rechazo popular, Piñera fue contundente en su discurso en cuanto al tema: “Las energías limpias representan sólo el 3% de nuestra matriz. No podemos renunciar a los proyectos hidroeléctricos y termoeléctricos. No podemos decir que necesitamos energía, consumirla abundantemente y oponernos a todas las fuentes que la generan”. La destrucción ambiental no es patrimonio exclusivo de la derecha chilena; bajo el mandato de la Concertación se aprobaron 106 plantas termoeléctricas, la mayoría de las cuales funciona a carbón o petróleo, con mayores índices de contaminación y sin los debidos resguardos ambientales.

En este contexto de movilización popular, el jueves 12 cerca de 20.000 estudiantes de secundaria, universitarios, profesores se movilizaron exigiendo enseñanza pública y gratuita, financiamiento adecuado de la educación universitaria, democratización en las estructuras de las universidades y acceso real a la educación superior. A la marcha convocada por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile se sumó la convocatoria de representantes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y de la Confederación de de Estudiantes de Chile (Confech).

Todas las movilizaciones fueron salvajemente reprimidas, con decenas de heridos y detenidos. La preparación de una huelga general contra el gobierno ya se ha colocado en la agenda de lucha.