“Nacionales y populares” y derechistas en la asunción de Castillo

Un viaje que bien “vale un Perú”.

Este miércoles 28 asumió la presidencia de Perú Pedro Castillo. Felipe VI, actual rey de España, viajó como delegación del gobierno ibérico a la asunción. El viaje bien “vale un Perú” para las clases capitalistas españolas. Es parte de los planes anunciados por su gobierno de una mayor penetración del capital imperialista sobre su vieja ex colonia.

También viajaron los presidentes derechistas de Chile, Sebastián Piñera, y de Ecuador, Guillermo Lasso. Lo mismo que el derechista canciller de Uruguay y el vicepresidente de Brasil, el general Hamilton Mourao. Todos ellos vienen a “presionar” para que el nuevo gobierno de Castillo no abandone (o morigere) los planteos de presión crítica sobre el gobierno venezolano, al que han colocado bajo la amenaza permanente de una invasión yanqui.

Por otra parte viajaron una delegación boliviana representada por el presidente Luis Arce y Evo Morales y por la Argentina el presidente Alberto Fernández y su canciller Felipe Solá. Estos últimos son integrantes del Encuentro centroizquierdista de Puebla. Este “Encuentro” no apoyó en la primera vuelta de las elecciones peruanas a Pedro Castillo, sino que lo hizo con Verónika Mendoza del frente Juntos por Perú.

Todos viajaron con el propósito de caucionar y presionar a Pedro Castillo en primer lugar para que no se lance por un camino de medidas radicalizadas que coloquen a las masas en un rol protagónico. Perú se incorpora al camino de los alzamientos populares en América Latina, pero de una manera light: sin poner en marcha –aún- un levantamiento popular como en Chile o Colombia, pero con ese fantasma sobrevolando la realidad. En segundo término está el alineamiento internacional que terminará teniendo el gobierno de Castillo.

Ruptura de la Mesa de Lima. Expulsión de todas las bases militares imperialistas. Abajo el boicot imperialista de Cuba. Plena independencia a Haití. No al pago de la deuda externa al FMI.