Nigeria: Los crímenes de la ‘libre empresa’

La reciente ejecución de nueve dirigentes y militantes de organizaciones de derechos humanos, por parte de la dictadura militar de Nigeria, volvió a poner al desnudo la complicidad de los grandes monopolios capitalistas y de sus gobiernos con los peores crímenes que se cometen en distintas partes del mundo. Aunque el Commonwealth –la comunidad británica de estados– suspendió a Nigeria, y Francia, Estados Unidos, Alemania, entre otros, retiraron a sus embajadores del país, todos ellos, socios comerciales de Nigeria, rechazaron imponerle sanciones comerciales o un embargo petrolero, “el único medio que podría perjudicar al régimen” (Financial Times, 16/11). ¿La razón? “Sus propios intereses” (ídem): el pulpo Shell —el mayor inversor externo— es, en la práctica, el verdadero poder en Nigeria...


Nigeria cuenta con grandes riquezas petroleras y gasíferas que son explotadas por compañías británicas, holandesas, norteamericanas, alemanas, francesas y japonesas.


Los ejecutados, estaban realizando campañas por los derechos de las tribus minoritarias en la zona productora de petróleo del delta del río Niger y contra la polución ambiental provocada por los pulpos imperialistas. Según el Financial Times, “la clase dominante veía que las actividades de los ejecutados amenazaban el flujo de ingresos de 7.000 millones anuales provenientes de la explotación petrolera” (ídem). Las ejecuciones han servido, por lo tanto, para ‘asegurar’ el negocio...


La Shell –denunciada por Greenpeace como “cómplice de las muertes” (Le Monde, 13/11)– no tardó ni 24 horas en confirmar la realización de una gran planta de gas natural, que representa, según la prensa imperialista, uno de los “puntales” del pulpo anglo-holandés en el siglo XXI. Según la cínica expresión de un alto funcionario de la Shell, “cuando los inversores reciban sus primeros dividendos (por la nueva planta), en 2007, los eventos de la última semana pertenecerán al pasado lejano” (Financial Times, 15/11).