Estados Unidos: la huelga petrolera cosecha adhesiones

 

La huelga petrolera norteamericana ingresó en su tercera semana. Más de 5.000 obreros de once plantas paran en reclamo de un aumento salarial y -sobre todo- de mejores condiciones de seguridad y trabajo. Los ritmos extenuantes de las jornadas y la negligencia patronal han provocado accidentes que en los últimos años le costaron la vida a decenas de obreros. Los piquetes en las puertas de las refinerías en huelga han atraído la solidaridad de otros sectores obreros, como ferroviarios y estibadores. Según el sindicato (USW), se han desarrollado más de 200 acciones de solidaridad con la huelga, que incluyeron protestas frente a las oficinas de las petroleras. La calificación del personal al que apelan las patronales para reemplazar a los huelguistas está fuertemente cuestionada, con lo que las plantas en huelga estarían operando irregularmente y en condiciones de inseguridad adicional. Con el propósito de atomizar a los trabajadores, Exxon busca firmar un contrato específico para su refinería de Beaumont (Texas). Las patronales se han mostrado mucho más intransigentes que la directiva del sindicato, que por ahora ha decidido no involucrar en la medida a sus 30 mil afiliados.

 

Brasil: extraordinario paro del Polo Naval

 

El Polo Naval de Río Grande do Sul permaneció totalmente paralizado durante 72 horas por una fulminante huelga que involucró a 7.000 obreros de tres astilleros. Los obreros reclaman mejores condiciones de trabajo (baños, ventiladores, bebederos) y la preservación del empleo. “Cuatro de las empresas citadas en el Lava-Jato están directamente ligadas a la construcción de plataformas en Río Grande” (O Globo, 12/2). La huelga fue ilegalizada por el Ministerio Público y ahora hay negociaciones en curso con el sindicato metalúrgico. Las jornadas en defensa del Polo Naval fueron acompañadas con cortes de ruta en diferentes puntos del estado, así como por un paro de choferes, e incluso de comerciantes que bajaron las persianas. En Río de Janeiro, a su vez, obreros del Complejo Petroquímico (Comperj) llevan tres meses sin cobrar y luchan para arrancar una negociación a la nueva directiva de Petrobras. La clase obrera reacciona ante los intentos de descargar sobre sus espaldas la crisis de la petrolera estatal, cuyo valor de mercado se derrumbó 40% en 2014, al calor del “Petrolão” y la caída de los precios del petróleo. La empresa anunció la reducción al mínimo de las exploraciones.

 

Marcha campesina en Paraguay

 

Convocados por la Federación Nacional Campesina (FNC) y otras organizaciones, más de 2.500 campesinos provenientes de distintos puntos del país marcharon en Asunción en reclamo de una reforma agraria (el 2% de los productores concentra el 85% de la tierra), en repudio a la persecución estatal y paraestatal, a la depredación del suelo y el desplazamiento poblacional provocado por los desmontes y el uso de agrotóxicos que afectan la salud de la población, y a las privatizaciones de empresas públicas que promueve la ley de alianza público-privada impulsada por el presidente Cartes. Aunque en la movilización se reclamó la renuncia del presidente, lo cierto es que las direcciones gremiales, tanto campesinas como obreras, no han dado continuidad al extraordinario paro general de marzo de 2014, que se había coronado con un acto de 20 mil obreros y campesinos en la capital.