Internacionales
19/6/2014|1319
Noticiero internacional
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Mundiales en la picota
La Fifa ha sido uno de los blancos del pueblo brasileño en sus marchas contra la obscenidad de gastos y negociados de Brasil 2014. Ahora se ve envuelta también en un escándalo de coimas que pone en crisis la organización de las dos próximas copas, Rusia 2018 y Qatar 2022. Los principales sponsors (Sony, Adidas, Visa, Coca-Cola, etc.) reclamaron una investigación sobre los retornos que la monarquía qatarí habría desembolsado a directivos de la federación de fútbol para asegurarse el evento en perjuicio de Australia. Joseph Blatter, mandamás de la Fifa (por cuyo reciente congreso desfilaron la mayoría de las federaciones nacionales para adularlo), ordenó una parodia de investigación que omite los documentos clave. En Qatar ya han muerto centenares de obreros en la construcción de estadios, sometidos a la más cruda explotación y sin derecho a la organización gremial. Las dudas sobre coimas se ciernen también sobre Rusia 2018, con Gran Bretaña operando para arrebatarle el evento a Putin.
Drogas, trata y contrabando al rescate de la Unión Europea
La Unión Europea prepara un cambio radical en la forma de medir las cuentas nacionales de sus miembros. A partir de agosto, todos los países deberán presentar informes sobre cuánto aporta a cada economía nacional la venta de drogas, prostitución y contrabando. Estas estimaciones, que se basan en especulaciones debido a la imposibilidad de medir estos negocios en la oscuridad, se utilizarán para homologar las cuentas nacionales de todos los países de la UE y tendrán, a partir de 2016, aplicación definitiva. El Eurostat, organismo encargado de estadísticas, apunta a que la economía ilegal pueda ser mensurada y a partir de ello establecer nuevamente el aporte que cada país realiza a la UE, que se mide sobre la base de la renta nacional. El resultado inmediato de esta modificación de las estadísticas será el aumento de los PBI (en el caso de España, se espera que crezca entre un 2,7 y un 4,5 por ciento), con lo cual aumentará el tributo de cada país al sostenimiento de la UE. Este dibujo de las estadísticas también reducirá las brechas deficit/PBI y deuda/PBI. La UE quiere esconder su crisis con los métodos de Moreno. De la descomposición capitalista no se salvan ni las estadísticas.
El capital como atentado contra la salud mental
Un reciente estudio de la revista British Journal of Psychiatry, basado en datos de 24 países europeos más Estados Unidos y Canadá, mostró que, por la crisis capitalista, entre 2008 y 2011 se incrementaron en 10.000 los casos de suicidio. La crisis crediticia, la pérdida de trabajo o de la propiedad por no poder pagar las hipotecas, así como el aumento del endeudamiento de las familias, son los principales motivos apuntados por los investigadores: “en alguna forma los suicidios son sólo la punta del iceberg sobre cómo la crisis económica ha afectado en forma profunda la salud mental de muchos individuos”, dice el Financial Post (12/6). En Europa, el crecimiento de la tasa de suicidios, desde 2009, fue del 6,5 por ciento. En Estados Unidos, que antes del estallido de la burbuja inmobiliaria registraba un aumento constante de los suicidios, se produjo una marcada aceleración de las estadísticas. Socialismo o barbarie no es sólo una consigna.
Sudáfrica: desenlace de la huelga minera
La extraordinaria huelga de los casi 60 mil mineros del platino nucleados en Amcu (sindicato no encuadrado en la central oficialista Cosatu) parecía llegar a su fin con un principio de acuerdo salarial con las tres grandes compañías del sector. Los obreros reclamaban un salario de 1.200 dólares -en la actualidad se encuentra aproximadamente en los 500 dólares. Según trascendidos periodísticos, el acuerdo incluiría un aumento de 100 dólares durante los dos primeros años, de 95 en los años tres y cuatro, y de 90 dólares en el quinto período fiscal (el período de desembolso del aumento dilataba la concreción definitiva del acuerdo). También habría una cláusula de “paz social”, por la que los obreros se comprometen a no realizar medidas de fuerza en los próximos tres años. Una extensa deliberación recorría los campos mineros. El sostenimiento de la huelga de casi cinco meses fue heroico: los obreros salteaban comidas y se veían presionados a un cierre por los usureros, a los que tuvieron que recurrir para sobrevivir durante el conflicto. El aumento quedaría lejos de la demanda inicial, pero por encima de la contraoferta miserable de las patronales. Y, sobre todo, atizaría nuevos conflictos salariales en otros sectores. El crecimiento de las huelgas y protestas en Sudáfrica (“más de tres millones de días laborales se perdieron a causa de los paros voluntarios en 2013, en comparación con unos dos millones en 2011”, según Prensa Latina del 12/6) se ha transformado la cuestión en debate cotidiano de la burguesía y en uno de los ejes del discurso del 17 de junio sobre la situación económica por parte del presidente Zuma, recientemente reelecto.