Noticiero internacional

“Una generación devastada”

África es Somalía

Según el imperialismo mundial, las Naciones Unidas y los burócratas de la ex-URSS, la suerte y la vida del pueblo de Somalia depende de que ésta admita convertirse en un protectorado.

En Prensa Obrera hemos denunciado que la Interven­ción “humanitaria” del imperialismo agravará aún más las ya terribles condiciones de vida del pueblo somalí. Es completamente incapaz de reconstituir la base agraria del país, destruida por las guerras impulsadas y financiadas por el propio imperialismo.

Pero si ésta es la única “solución” Imperialista para Somalia, ¿cuál es su “solución” para sí resto del África, que reproduce, aún en términos más agudos, la barbarle somalí, incluso con el agravante de que en esos países no existen los “señoras de la guerra” que Impedirían el re­parto de alimentos por las organizaciones internacionales?

Según el informe anual de la Unicef, el fondo de las Naciones Unidas para la infancia, “casi cinco millones de niños menores de cinco años murieron en 1990″ como consecuencia del hambre y las enfermedades; “al 30% de los niños y Jóvenes africanos —34 millones— están severamente desnutridos”; “la tasa de embarazo de adolescentes entre 15 y 19 años es del 18%, la más alta del mundo”; “la mortalidad materna es de 630 muertes por cada 100.000 nacimientos”, ¡30 veces más que en los países Imperialistas! Todo esto se resume en una esperanza de vida de apenas 50 años, 50% inferior que en los países imperialistas.

El genocidio amenaza la propia existencia del continen­te. “A menos que se toma una acción decidida”—ad­vierte Unicef—no existirá el fundamento humano para el progreso del África en el siglo XXI”. Finalmente, el informe señala que si los países imperialistas canalizaran apenas el 20% de sus programas de ayuda bilateral a programas sociales, los fondos para alimentación, salud y educación en el África se triplicarían.

El genocidio de todo un continente retrata la impasse, política y social del imperialismo frente a las condiciones de la crisis mundial.


Huelga general en Polonia

Para los diarios argentinos no es noticia e incluso los internacionales lo han relegado a los materiales de letra chica. Pero esto, claro, no disminuye sino que acentúa la importancia do las grandes huelgas que acaban de estallar en Polonia.

Desde mediados de noviembre comenzaron una serle de huelgas en las minas de carbón, que en una primera fase llegaron a abarcar a la mitad de los yacimientos y que contaron con el apoyo de tos ferroviarios de Silesia, que entraron igualmente en huelga. Los trabajadores reclaman un aumento salarial que compense en un ciento por ciento los aumentos en el precio de la energía.

Hacia fines de la semana pasada la huelga minera habla cubierto a la totalidad de los trabajadores, con la excepción de sólo cinco minas, en tanto que la reglón de Silesia Ingresaba de conjunto en la huelga general. A estas estimulantes novedades se agregaba la “declaración del estado de alerta” del sindicato de la Siderurgia, la que era Interpretada como el paso previo que habilitarla a la decla­ración de la huelga indefinida en la Industria.

Algunos dicen que el “zorro pierde el pelo pero no las manías”, pero nosotros creemos, por nuestra parte, que los obreros a veces pierden la brújula, pero no la memoria de sus combates históricos.


75° Aniversario de la Revolución Rusa

Destacado historiador brasileño denuncia la integración del PT al estado

Un debate en homenaje al 75° aniversario de la Revo­lución de Octubre tuvo lugar en la Universidad de San Pablo, el 24 de noviembre pasado.

Fue la única actividad consagrada a la fecha en todo Brasil. Parciparon del debate Jacob Gorender (dirigente histórico del PCB y, luego, de corrientes foquistas, impor­tante historiador); Rui Costa Pimenta (dirigente de Causa Operarla), Claudio Nascimento ‘(Director del Instituto Cajamar, centro de formación de cuadros de la CUT y el PT) y Osvaldo Cogglola (profesor de esa Universidad y miembro del Consejo do Redacción de “En Defensa del Marxismo”).

Frente a un público de 400 personas, el debate en torno a la vigencia del bolchevismo y del período histórico abierto por la Revolución contó con gran participación de los presentes y planteó claramente los problemas de la lucha de clases en el Brasil. Gorender, figura histórica de la iz­quierda brasileña e invitado de honor del PT en el Foro Latinoamericano de San Pablo, es uno de los principales Intelectuales públicamente vinculados al PT. De ahí la Importancia de su declaración de que el PT “está en pro­ceso de cooptación por la burguesía brasileña” y de que se está transformando en “partido del orden”, y de que busca una salida a la crisis a través de discusiones con la federación industrial y la asociación comercial, al tiempo que desmoviliza a los trabajadores.

Este planteo estuvo en el centro de los debates, y sirvió para poner en evidencia que la discusión sobre una alternativa Independiente del PT (o sea, la construcción de un partido obrero) no es patrimonio de algunas tendencias di Izquierda. Rui Costa Pimenta defendió el voto nulo en las recientes elecciones, y señaló que la repercusión que tuvo esta propuesta indica la búsqueda por la vanguardia obrera de una nueva alternativa política, criticando a aquellos (como la Convergencia Socialista) que dicen romper con al PT, pero continúan siendo sus satélites en la práctica. Concluyó proponiendo un frente de izquierda que canaliza la ruptura de la vanguardia obrera y juvenil con el PT.

Osvaldo Coggiola defendió también la construcción de una alternativa a nivel internacional, mostrando que la Impasse de la izquierda latinoamericana se debe a su, carácter democratizante, y que esa alternativa sólo pueda tener por base el programa trotskista, el único que lúe capa: de analizar y de prever el fin de la ex-URSS y la tendencia burocrática hacia la restauración capitalista, un camino que es seguido por la izquierda mundial, que demuestra así compartir el destino del stalinismo.

Frente al eco obtenido por esas propuestas en él público, Claudio Nascimento optó por no defender abiertamente a su partido (el PT), planteando que, a diferencia de los otros panelistas, no ven la a traer certezas sino sólo dudas. Este recurso de descalificar las conviccio­nes políticas ajenas haciendo la apología de una ignorancia que no puede evitar esconder sus “certezas” dogmáticas derechistas, es sistemáticamente utilizado por democratizantes latinoamericanos. A diferencia inclusive de los stalinistas del pasado, aquéllos son incapaces de defender públicamente su política, que hoy lleva al PT sustentar al gobierno antiobrero de Itamar Franco.

La victoria clara de las posiciones trotskistas en debate no sirvió solamente para mostrar una superioridad teórica del bolchevismo, sino la debilidad extrema de las posiciones democratizantes, que ni siquiera osan asumir como tales.

Osvaldo Coggiola