Hace apenas dos semanas, en estas páginas informamos sobre el importante avance clasista (y del PT) en el sindicato bancario de Uruguay y en el de obreros y empleados municipales (Adeom). Una nueva victoria electoral clasista (y también del PT), esta vez en ACFASAMU, el mayor sindicato de la salud privada del Uruguay, muestra la tendencia de los trabajadores a votar contra las direcciones “oficiales” que establecieron una tregua con el gobierno de Batlle.

Casmu agrupa a las mutuales privadas de salud. La lista clasista “1° de Mayo”, integrada por militantes del Mpp, del PT y trabajadores independientes, obtuvo más del 50% de los votos, superando la suma de los votos de las otras dos listas, la del PS y la del PC. La “1° de Mayo” venía integrando la directiva de ACFASAMU, como minoría, desde hace dos períodos, en los que se destacó por jugarse a fondo por la victoria de los conflictos del sector.

En el caso del Casmu, la patronal es el propio sindicato médico, donde tiene mayoría el Frente Amplio. En los hechos, el FA-EP viene “cogobernando” con Batlle el proceso de “reestructuración” de la salud. En el caso del Casmu, la dirección frenteamplista del gremio médico impulsó una permanente quita de conquistas, atraso en los pagos, y pago de parte de los sueldos con tickets. Como en Adeom, al votar contra las listas de la burocracia oficial del PIT-CNT y el FA-EP, los trabajadores votaban contra su propia patronal.

Esta nueva victoria clasista constituye un golpe a la burocracia de la FUS (Federación de la Salud) y marca una tendencia general del movimiento obrero a recuperar sus organizaciones de manos de la burocracia.