Nuevos bombardeos agravan la crisis humanitaria de los refugiados


El llamado “cambio de actitud” de la Unión Europea (UE) frente a la cuestión de los refugiados es sólo una cortina de humo. Si por un lado responde a la presión de la opinión pública de Alemania y de Austria para acoger a los refugiados, y por el otro a la rebelión popular de los propios refugiados, que salieron en masa a las rutas y desecharon los ‘refugios' y ‘registros', en la cuestión esencial de esta crisis humanitaria, las cosas empeoran visiblemente. Nos referimos a la acentuación de bombardeos en Irak y Siria y por sobre todo los bombardeos de Arabia Saudita y Estados Unidos a Yemen, de donde saldrá una inminente ola de nuevos refugiados. Francia ha dejado en suspenso su oposición al gobierno de Siria y ha decidido participar de los bombardeos contra Isis, sin ninguna salida a la vista. Las potencias imperialistas han saboteado la lucha de los kurdos contra Isis y contra Bashar Al Assad, esto en función de una alianza con Turquía, que se prepara para ocupar una parte del territorio sirio en función de crear una “zona protegida”. De otro lado, Rusia ya ha emplazado unidades militares en Siria, para reforzar a Al Assad en una negociación eventual de su retiro, con el acuerdo de Irán. La crisis humanitaria creada por el imperialismo se ha trasladado a su propio territorio y lo ha integrado a la catástrofe que asola el Medio Oriente.


 


Una crisis mundial


 


La decisión de Merkel de “redistribuir” refugiados que arriban a la periferia de Europa, significa un colapso de los acuerdos de Dublín e incluso de los de Schengen, la piedra de los tratados migratorios. Ninguno de los países ribereños del Mediterráneo acepta hacerse cargo del acomodamiento de los refugiados, que establece la regla de Dublín, mientras que el libre tránsito que asegura el segundo al interior de Europa, ha colapsado.


 


El aumento en los cupos de refugiados -cuyo mecanismo de redistribución aún no ha sido consensuado- que apoyan Alemania y Francia, eleva la cantidad a recibir sólo hasta los 160 mil, cuando en lo que va del año arribaron más de 300 mil personas. El proyecto prevé “acelerar las expulsiones de aquellos que no tienen derecho al asilo (…) y la creación de una lista de países seguros. Esa lista permitirá devolver con rapidez a los demandantes originarios de esos territorios” (El País, 4/9), entre los que figuran sobre todo países europeos que no integran la UE. Bajo el pretexto de que no se encuentran en guerra, los que huyen de numerosos países por la desesperante situación económica serían repatriados. Reino Unido promete recibir 20.000 refugiados… en los próximos cinco años. Estados Unidos, otro de los responsables de las invasiones y guerras que han provocado la catástrofe actual, ha recibido 1.500 sirios contra cuatro millones de desplazados.


 


La catástrofe migratoria, y la rebelión que ha comenzado, debe convertirse en un gran apoyo a todas las demandas de los refugiados: asilo incondicional y sin cupos; asistencia estatal integral, abajo las deportaciones y los “centros de traslado”, derecho al trabajo.


 


¡Fuera el imperialismo de Asia, Africa y de todas las naciones ocupadas! Repudio de las deudas usurarias. Unidad de la clase obrera mundial contra la barbarie capitalista, por el socialismo internacional.