Obama, contra el Estatuto del Docente

Casi en silencio, Barak Obama acaba de imponerles un importante retroceso a los docentes norteamericanos. La semana pasada, en New Haven, Connecticut, el sindicato docente local aceptó por amplia mayoría (21/1) incluir en su contrato colectivo una serie de concesiones ampliamente resistidas por los sindicatos del resto del país. Entre éstas se encuentran la aceptación de evaluaciones más estrictas al desempeño de los maestros, menor protección laboral para los docentes que no superen esas pruebas y ligar el salario a la performance académica de los alumnos. El acuerdo, además, permite a las autoridades educativas locales “cerrar las peores escuelas y designar nuevos directores (The Wall Street Journal, 17/10).

Aunque New Haven es la tercera ciudad de uno de los estados más pequeños de los Estados Unidos, la importancia del convenio es que fue respaldado por los dos mayores sindicatos nacionales, AFT y NEA. El diario advierte que este apoyo anticipa que las mismas cláusulas flexibilizadoras podrían extenderse a otros distritos. “En muchas ciudades mayores, incluyendo Nueva York, Los Angeles y Washington, se están viendo las usuales tensiones entre sindicatos y administradores escolares (…) En Washington, las autoridades locales chocaron con los sindicatos locales y nacionales por el despido de 388 empleados, el 6 por ciento de la fuerza laboral”.

El nuevo contrato, además, “le evita al gobierno una lucha no deseada con una fuerza laboral que le dio a Obama un gran apoyo en su elección”. Y no sólo en New Haven. “La AFT y la NEA (sindicatos docentes nacionales) ya están actuando de maneras que hasta hace poco eran impensables” (ídem).