Elecciones en Perú: Ollanta Humala corteja a los pulpos mineros

El próximo 10 de abril se realizarán en Perú las elecciones presidenciales. Al cierre de la campaña, cinco candidatos se encuentran con una diferencia en las encuestas menor a los 10 puntos, por lo que no está definido todavía quiénes accederán a la segunda vuelta.

Luego de una década con un crecimiento sostenido del PBI a más del 5% anual (7% desde 2007), sustentado por el aumento del precio mundial de los minerales que exporta, Perú se encuentra, sin embargo, sumergida en una extrema pobreza (un 35% de la población -más de 10 millones de personas están en esa situación- y un 18% en la indigencia). En algunos departamentos como Huancavelica la pobreza llega al 82% y en Puno al 67%. Esta situación explica por qué la popularidad del actual presidente Alan García es de tan sólo un 26% (Ipsos-Apoyo).

Cuando se conoció que el nacionalista Ollanta Humala (un ex militar a quien sus adversarios califican de ‘chavista’) pasaba a encabezar las encuestas, la Bolsa de Lima -una de las más rentables del mundo- cayó 5,16 puntos. La preocupación, sin embargo, es infundada: Humala le puso la firma a un “compromiso” para respetar la estabilidad jurídica de los contratos privados locales y extranjeros. Humala pidió confianza a los inversionistas y se comprometió a mantener la autonomía del Banco Central y “una prudencia macroeconómica del país y un equilibrio de la caja fiscal”, como señaló en el Foro Reuters de Inversión de América Latina.

La campaña de Humala se parece mucho más a la de Lula que a la de Chávez. Tuvo una entrevista de más de una hora con Lula en su última visita presidencial a Perú y realizó cuatro viajes a Brasil en los últimos cinco meses.”Nosotros no vamos a aplicar la política de control de tipo de cambio, nosotros no creemos en la reelección indefinida, nosotros vamos a respetar la libertad de prensa y la libertad de expresión, tal es así que ya he firmado un compromiso”, señaló Humala a los medios mientras su primer candidato al Congreso, Daniel Abugattás, sentenció que “si Chávez se vuelve a meter en la política peruana seremos los primeros en denunciarlo ante la OEA” (Ambito Financiero, 1/4/11). Humala es otra expresión, junto al salvadoreño Funes, de la acción de la diplomacia brasileña para poner a sus propios pupilos en los gobiernos de América Latina.

Sin embargo, Humala continúa, a diferencia de sus rivales, con la crítica al ‘neoliberalismo’, como lo marca la retórica lulista. Es así que plantea desarrollar políticas asistencialistas, como el aumento del presupuesto para los programas sociales hasta el 1% del PBI en los próximos tres años y una pensión no contributiva a 1,2 millones de personas de más de 65 años. Estas son migajas de la fabulosa renta que se llevan los pulpos mineros. Humala plantea para esto un aumento de los impuestos sobre las ganancias mineras, que representan el 60% de las exportaciones del país. Los conflictos sociales derivados de la actividad minera en Perú, tanto en el plano obrero como ambiental,causaron una contracción de la expansión minera. Frente al crecimiento del 7% del PIB minero en 2008, la actividad bajó un 1,4% en 2009 y se contrajo un 3,8% entre enero y septiembre del último año -según datos del Ministerio de Energía y Minas. La función que se ha adjudicado cumplir Humala es arbitrar en esta gigantesca lucha de clases.

Los trabajadores de la industria minera de Perú han lanzado varias huelgas en los últimos años en demanda de mejoras laborales y hasta amenazaron con realizar un paro nacional para presionar por la aprobación de una ley que incremente su participación en el ingreso minero. También han denunciado que las empresas mineras reportaron en años recientes ganancias menores a las reales. Asimismo, el rechazo en más de cien comunidades a la extracción de la riqueza natural del país -en medio de temores a daños ambientales y reclamos de mayores beneficios- es una amenaza para la ejecución de inversiones mineras. En este contexto, Humala se presenta como “el único partido que puede en estos momentos garantizar reducir, eliminar, los conflictos sociales que se están desarrollando en el país y que están creando problemas a las inversiones” (RPP Noticias).

Ollanta Humala ha logrado recabar el apoyo de la mayoría del espectro político de la izquierda peruana. La Unidad de Izquierdas conformada por el Partido Comunista Peruano, el Partido Socialista, el Partido Socialista Revolucionario, el Movimiento Político Voz Socialista, el Movimiento Político Lima Para Todos, dirigentes populares de diversas organizaciones sociales, así como varias organizaciones del movimiento indígena, han hecho público su apoyo al candidato de Gana Perú, la coalición creada por el Partido Nacionalista Peruano. La izquierda ha renunciado a jugar un rol político clasista independiente.