Panamá sigue siendo una colonia

El 31 de diciembre, Estados Unidos devolvió a Panamá el Canal interoceánico; el mismo día, los últimos soldados norteamericanos abandonaron las trístemente célebres bases de la Zona del Canal. La retirada norteamericana tiene lugar en cumplimiento del acuerdo Carter-Torrijos de 1979, seis años después de la invasión norteamericana del país y del fin de las veleidades de independencia de los gobiernos panameños.


¿Victoria antiimperialista del pueblo panameño? ¿Retroceso estratégico del imperialismo norteamericano? Observemos algunos hechos.


El Canal ha perdido su importancia estratégica. “Los crecientes cambios en los sistemas militar, económico y de transporte de los Estados Unidos de las últimas décadas han transformado al Canal de una ‘garganta’ que unía ambos océanos en una simple conveniencia comercial” (The Wall Street Journal, 10/12).


Los grandes buques de guerra, como los portaviones o los submarinos, ni siquiera pueden atravesarlo debido a su enorme porte. La maquinaria bélica norteamericana es tan descomunal que cuenta con dos flotas independientes, una con bases y astilleros en el Pacífico y otra en el Atlántico. Apenas 300 navíos militares lo cruzaron en 1998, sobre un total de 13.000 barcos, y en la mayoría de los casos se trataba de naves menores y lanchones guardacostas.


Desde el punto de vista económico, apenas el 12% del comercio por mar, de Estados Unidos, atraviesa el Canal. Las mercancías que atraviesan el Canal son las de menor valor agregado: cereales y crudo. Se estima que en el caso de que el Canal fuera cerrado, esto no provocaría más que una caída del 2% en las exportaciones norteamericanas de cereales y del 1% en sus importaciones de crudo.


A Panamá le quedará ahora la tarea de administrar el Canal y, sobre todo, de ‘modernizarlo’, a un costo de varios miles de millones, para que puedan circular buques de gran calado. Sin esas inversiones, “el Canal quedará obsoleto en el 2014” (Le Monde Diplomatique, diciembre de 1999).


Hay quienes anuncian un inminente ‘boom’ económico en la Zona del Canal, ligado al masivo ingreso de empresas asiáticas. Para ello se han creado ‘parques industriales’ y ‘zonas francas’ donde se están radicando decenas de ‘maquiladoras’ de Taiwán y de Hong Kong. Como en México y en toda Centroamérica, estas‘maquiladoras’ son sinónimo de la explotación más brutal y los salarios más miserables.


Este paraíso de la explotación no corre, por cierto, ningún riesgo de ‘seguridad’. Porque en 1979, junto con el acuerdo de devolución del Canal, se firmó un anexo, denominado ‘tratado de neutralidad’, que permite a Estados Unidos intervenir unilateralmente, incluso sin la autorización del gobierno panameño, si estima que la neutralidad del Canal está ‘en peligro’. Los yanquis se van… pero no mucho.


¿Quién dijo que el 31 de diciembre Panamá recuperó su soberanía?