Internacionales
9/3/2001|698
Para el mst, “otro mundo es posible”
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El Mst saluda eufórico al Foro Social de Porto Alegre como “un importante paso adelante”, porque “la mayoría de las fuerzas sociales presentes en el Foro resolvieron apoyar una declaración que elaboraron el Movimiento Sin Tierra y la Cut de Brasil, Attac y la organización Vía Campesina”. Esto porque en la declaración “se convoca a nuevas acciones y se adoptan importantes definiciones, entre ellas la pelea (sic) por anular la deuda externa”. La declaración, también exige que el FMI y los organismos imperialistas “cesen de interferir en las políticas nacionales”, “demanda una reforma agraria democrática” y “procesos agrícolas sustentables” (como lo piden las organizaciones patronales del campo francés en su política proteccionista) y reclama “la introducción de impuestos sobre transacciones financieras”. Lo que el Mst apoya, entonces, son las posiciones del ala derecha del Foro, aquella que plantea una reforma de ciertas prácticas capitalistas y la defensa reaccionaria de la pequeña producción.
El Mst firmó, asimismo, otra declaración, junto a la organización internacional (UIT-CI) a la que está adherida y a otras organizaciones, en la que el avance estaría dado por un llamado a “coordinar las luchas contra el neoliberalismo”. Programáticamente plantean que el “Foro se pronuncie y convoque a la movilización contra el pago de las deudas externas, por la conformación de un frente de países deudores que enfrenten juntos al imperialismo, y en apoyo a las luchas y organizaciones (…) enfrentan a sus gobiernos y a los planes de ajuste”. Esta sería más positiva porque no dice nada de las barbaridades de la otra declaración general. Pero el Mst evita pronunciarse frente a los problemas planteados. Así, llama a luchar contra el Alca que promueve el imperialismo yanqui, pero no se pronuncia frente al Mercosur que apoya el imperialismo europeo, una parte de los monopolios y las burguesías nacionales.
Se ve que los años de convivencia con el PC en la Izquierda Unida lo han acostumbrado a la adaptación política y a la maniobra.