Ayer, domingo 29, la plaza de la República fue el escenario de la represión policial y del estado de excepción impuesto por el gobierno. Durante la mañana, varios miles de manifestantes formaron una cadena humana en respuesta al llamado de las organizaciones ecologistas y de izquierda -en París se realiza la Cumbre Climática (COP21). Luego, se organizó una nueva movilización contra el estado de urgencia, que convocó a centenares de militantes, sobre todo del Nuevo Partido Anticapitalista y de Alternative Libertaire. A pesar de los cordones policiales, la movilización logró ingresar en la plaza. La policía respondió con la provocación, los gases y una violenta represión. Hubo corridas y centenares de detenidos. Cuando escribimos esta crónica, hay decenas de manifestantes retenidos en las comisarías.

El gobierno está intentando por todos los medios ahogar las expresiones políticas y de la población. Se apoya en la unión nacional, el repudio al terrorismo criminal de Isis y la unanimidad institucional de derecha y de izquierda. Pero recurre sin vacilación a la represión y la persecución. En los últimos días, por ejemplo, varias decenas de militantes fueron asignados a residencia.

La oposición al estado de excepción es consecuente aunque por ahora minoritaria. El jueves 26, una reunión pública se concretó en la Plaza de República de centenares de militantes contra el estado de excepción, llamada por las organizaciones de la izquierda anticapitalista, el movimiento social y los sindicatos parisinos de la CGT y Solidaires. El fin de semana se trató sobre todo de una expresión de las organizaciones ecologistas.

La movilización contra el estado de urgencia es por ahora el eje unitario que permite agrupar a los sectores militantes de la izquierda, del movimiento obrero y del movimiento social. La oposición a la guerra debe ser construida y la izquierda anticapitalista tiene que tomarla como una bandera y un objetivo de intervención. Hubo manifestaciones en Madrid y Londres, y ahora se trata de generalizarlas en Europa con un frente político y una orientación antiimperialista consecuente.

En estas horas está en curso el repudio a la represión policial y a las detenciones de ayer domingo. En la región parisina, los colegios de los maestros y profesores retenidos en las comisarías se han puesto en huelga. La semana que comienza está marcada, a su vez, por el llamado de la CGT a parar y movilizarse el 2 de diciembre contra los despidos en Air France. Diversos agrupamientos de la Confederación están tratando de darle un carácter nacional a la movilización, para oponerse también al estado de excepción.

El rol de las organizaciones militantes anticapitalistas es fundamental, en la lucha política contra el gobierno y en el movimiento sindical contra la explotación. Contra el estado de excepción. Por el derecho a manifestar y a luchar. Por el derecho de huelga. Contra la guerra imperialista. Contra la política del gobierno de Hollande.