Paro docente en Francia demandó medidas de protección frente al Covid-19

El jueves 13, los trabajadores de la educación protagonizaron una importante jornada de paro y movilizaciones en reclamo de mayores medidas de protección frente al Covid-19. La convocatoria cuestionó, asimismo, los vaivenes en la instrumentación de los protocolos.

La adhesión a la medida de fuerza rondó el 75% en el nivel primario y el 62% en el secundario, según los sindicatos convocantes. El paro fue impulsado inicialmente por el SNUIPP-FSU, el más numeroso del sector primario, y luego se sumaron los sindicatos de la Educación Nacional y los directivos e inspectores. Hubo asambleas conjuntas de docentes, auxiliares y padres. Estudiantes secundarios bloquearon el ingreso a algunos colegios, sufriendo represión por parte de las fuerzas policiales, y marcharon en varias ciudades junto a los profesores.

El gobierno francés dispuso el inicio a toda costa del ciclo escolar el 3 de enero, pese a la recomendación de los epidemiólogos y médicos de dilatarlo, ante el ascenso imparable de la variante Ómicron del virus. Las autoridades establecieron un protocolo confuso, que permitía a aquellos alumnos que resultaran contactos estrechos seguir asistiendo a las escuelas, en tanto contaran con un autotest que diera negativo. Esto condujo a grandes colas de padres en farmacias y laboratorios. La norma, a su vez, se modificó días más tarde, generando aún mayor confusión.

En los días previos al paro, 50 mil alumnos se contagiaron de coronavirus. La cantidad de casos diarios en Francia asciende a más de 350 mil.

Según el testimonio de un profesor de historia, recogido por el corresponsal de Página 12, “nos arrojan a las fauces de la pandemia para que nos arreglemos como podamos”. Otro denunció “la pobre realidad en la que vivimos: salarios de miseria, no tenemos ni gel, ni purificadores de aire y ni siquiera máscaras FFP2 [de mejor calidad] nos dan. Cada día, cuando regresamos a casa, lavamos la misma máscara de tela para volver a usarla en el curso de mañana. Esto no es la Educación Nacional sino la miseria nacional” (14/1).

Entre los reclamos de los huelguistas, está el de más personal, barbijos de mayor calidad, mejor ventilación de las aulas y la postergación de algunos exámenes. La enorme bronca que anida en la docencia obligó a los sindicatos a convocar la medida. Estos, a su vez, fueron recibidos por el gobierno, tras un pedido de audiencia.

Ante la envergadura del paro, el ministro de educación Jean-Michel Blanquer debió admitir errores en la gestión de la pandemia y prometió la contratación de 8 mil trabajadores adicionales para enfrentar la situación, así como el envío de mascarillas FFP2, si bien el uso de estas no se generalizará.

Se trata de medidas insuficientes. Para el 20 y 27 de enero, se esperan nuevas acciones de lucha, con la posibilidad de un nuevo paro en esa última fecha.