Paro por tiempo indeterminado de la docencia mexicana

Gustavo Montenegro

La CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) cumplió una semana de paro por tiempo indeterminado en cuatro distritos mexicanos (Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán) en rechazo a la reforma educativa. 

Miles de docentes se movilizaron el 12 hacia el Zócalo, en la capital mexicana, para reclamar también la reinstalación de una mesa de negociación y la reincorporación de casi 600 profesores despedidos. Las medidas han incluido también acampes, una movilización a la Secretaría de Gobierno, toma de casillas de peajes, cortes de ruta y una caravana al Distrito Federal.


La reforma educativa (aprobada a fines de 2012 en el parlamento como parte de un paquete privatista de leyes suscripto por el PRI-PAN-PRD) es una reforma laboral encubierta que busca poner fin a la estabilidad docente al introducir un sistema evaluatorio que expulsa a aquellos maestros que no superan las pruebas y al facilitar el despido (Animal Político, 22/2). La docencia ha enfrentado este ataque con huelgas y otras acciones de lucha a lo largo de estos años. 


La huelga irrumpe en medio del proceso electoral. El candidato centroizquierdista Andrés Manuel López Obrador (Morena), que se candidatea como parte de un armado que incluye al evangelista y derechista Partido Encuentro Social (PES), ha cerrado también un acuerdo con un sector de la desprestigiada burocracia docente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). No obstante, con la promesa de “echar atrás la reforma”, ha recibido también el apoyo de integrantes de la CNTE (ídem, 13/2). Otro sector de la burocracia del SNTE, que incluye al secretario general Juan Díaz de la Torre, apoya al candidato del oficialista PRI, José Antonio Meade.


El Estado mexicano condena a la miseria a todo un sector de la clase trabajadora. 49 millones de personas con trabajo no pueden satisfacer sus necesidades básicas. Los salarios reales son según algunos cálculos inferiores a los de los años 70 (El País, 12/6).


Es necesario el triunfo de los docentes mexicanos.