El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ascendió al cargo de inspector y contralor general a un militar que estaba a cargo de la ciudad de Iguala, zona de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Se trata de Alejandro Saavedra Hernández, quien, en el momento en el que se produjeron los hechos,  era jefe del Batallón N° 27 de Infantería y estaba a cargo de la Zona Militar N° 35 en Chilpancingo, según informa el diario madrileño El País (2/12).

Los padres de los 43 estudiantes acusan a Saavedra de jugar un papel clave el día de los ataques a los normalistas mexicanos. Además del ejército, los familiares denuncian que en el operativo de la desaparición aparecen involucradas también la policía, el clan Abarca (que gobernaba el municipio), y carteles del narcotráfico. El gobierno de Peña Nieto, por su parte, siempre intentó entorpecer el esclarecimiento de los hechos.

La responsabilidad del Estado es insoslayable y esto fue puesto de relieve por los familiares y las organizaciones que los acompañan en las movilizaciones que se produjeron desde 2014.

Al día de hoy, el ejército se niega a prestar información de sus cuartales ni a realizar declaraciones oficiales acerca de su accionar en aquella noche.

Este no es, no obstante, el único ascenso que obtuvo Saavedra desde el 26 de Septiembre de 2014. A dos meses de ocurridas las desapariciones se le había otorgado el cargo de Comandante de la IX Región Militar.

El ascenso de Saavedra pone de manifiesto el rol cómplice del gobierno de Peña Nieto en los asesinatos y desapariciones de Ayotzinapa.

Aparición con vida de los 43 estudiantes.