Por una Lituania independiente y socialista

Gorbachov inauguró su flamante presidencia desatando una virtual agresión contra Lituania, recién declarada independiente. En concordancia con los "nuevos tiempos” que corren, los gobiernos “democráticos” de “occidente” han hecho la vista gorda a esta vulneración de la autodeterminación nacional e incluso están ejerciendo una indisimulable presión sobre el gobierno lituano para que se avenga a las condiciones que pretende imponer Moscú. La totalidad de los medios oficiales y extraoficiales de “occidente” han coincidido en expresar su preocupación, no por la libertad de Lituania, sino por el porvenir de la “perestroika” de Gorbachov.

El despliegue militar moscovita contra Lituania tiene lugar en un marco de creciente rebelión de las nacionalidades que integran la URSS Siguiendo los pasos de Lituania, el parlamento de Estonia, elegido en comicios relativamente libres, se apresta a declarar la independencia de esta república. Según lo admite el propio secretario general del PC de Georgia, Givi Gumbaridze, existe en esta república un “vacío de poder” al punto que la policía estaría controlada por la oposición (The Wall Street Journal, 28/3). En las recientes elecciones regionales, los movimientos independientes obtuvieron votaciones impresionantes en Ucrania, en particular en-su sector occidental. Es indudable que la burocracia rusa asiste a una desintegración de la URSS en varios frentes.

Entretanto, en el plano político general continúa la crisis de abastecimientos, crece el desempleo, prosiguen las huelgas, así como también la destitución de burócratas a partir de movilizaciones populares.

Gorbachov ya ha admitido que la burocracia deberá resignarse a la “pérdida” de las repúblicas del Báltico, pero pretende condicionar su independencia a una serie de acuerdos, rigurosamente controlados, que otorguen seguridades políticos y militares a Moscú. Bajo la presión de “occidente”, que tiene las consecuencias de la desintegración del Estado burocrático, el gobierno lituano estaría en camino de aceptar la propuesta de Gorbachov.

La constitución de la URSS nace 70 años fue un acontecimiento histórico enormemente progresivo. La Unión Soviética se proponía desarrollar la libre unión de las naciones en el marco social de un Estado obrero e impulsar el florecimiento nacional mientras se abolían los antagonismos nacionales. El principio político del Estado soviético prefiguraba la unión internacional de repúblicas socialistas, que era la meta histórica de los obreros concientes del mundo entero. Pero la dictadura burocrática le dio un contenido regresivo a esta unión de naciones y la transformó en el instrumento de la opresión de todas ellas por parte de una burocracia rusificada. A partir de esto la autodeterminación nacional vuelve a ser la condición de la futura unidad libre de naciones. La defensa de la autodeterminación nacional y, aún más, el reclamo efectivo de la separación e independencia nacionales es un arma de lucha contra el despotismo de la burocracia y sus planteos de restauración capitalista.

Para las direcciones de los movimientos independentistas, la separación nacional de la URSS va dirigida a consagrar una forma alternativa de opresión nacional y social. Estas direcciones de intelectuales pequeño burgueses pretenden sustituir la opresión moscovita por la esclavización económica y política al imperialismo. La dirección lituana ha contratado los servicios de asesores económicos norteamericanos para realizar la “convertibilidad” integral de la economía lituana al mercado mundial. Esto equivale a su colonización por el imperialismo y a una acrecentada explotación de los trabajadores. La “democracia” lituana pretende consumar por la vía de la “independencia” la misma contrarrevolución social que Gorbachov estuvo impulsando para todo el Báltico, al que ha pretendido transformar en "zona franca” (de libre acceso para el capital extranjero) que hiciera de bisagra entre el capital internacional y la URSS.

Pero como consecuencia de la “entente” entre “occidente” y Gorbachov, la política “democrática” no permitirá superar la tutela de Moscú ni impedir la esclavización económica por parte del imperialismo. Sólo una lucha internacional podría lograr una integral libertad nacional. La lucha común de todos los pueblos de la URSS para derrocar a la burocracia y establecer la dictadura del proletariado.