Protestas en Irán tras la muerte de una joven de origen kurdo

Había sido apresada por llevar mal puesto el velo islámico.

Una de las protestas en el Kurdistán iraní

La detención y muerte de la joven Masha Amini, quien falleció el viernes bajo custodia de la “Policía de la Moral” (sic) persa, desató importantes protestas el fin de semana en Irán.

La joven de 22 años había sido apresada en Teherán y recluida en una comisaría por no llevar bien puesto el velo islámico, que cubre la cabeza y es obligatorio para las mujeres. Horas más tarde, fue trasladada a un hospital, donde habría ingresado ya sin vida. Las autoridades iraníes señalan que sufrió un ataque cardíaco, pero su familia lo desmiente, asegurando que tenía un buen estado de salud. A raíz de testimonios que afirman que hubo gritos y un crimen en la comisaría, la sospecha es que Amini fue asesinada por las fuerzas de seguridad.

El funeral de la joven en la localidad de Aychi, ubicada en la región kurda de Saqez, se transformó el sábado en una manifestación de repudio en que decenas de mujeres se quitaron el velo. La policía reprimió con gases lacrimógenos.

Las movilizaciones se contagiaron a Sanandaj, la principal ciudad del Kurdistán iraní (un pueblo oprimido y diseminado en cuatro Estados diferentes –Siria, Turquía, Irak, e Irán), donde según distintos medios hubo críticas al ayatollah Alí Jamenei, líder supremo de Irán. El domingo, en tanto, cientos de personas se congregaron en los alrededores de la universidad de la capital. A la par, algunas organizaciones llamaron a desarrollar una huelga general en el Rojhilat (Kurdistán iraní) este lunes (Kurdistán América Latina, 19/9).

La arbitraria detención y muerte de Amini es un caso testigo de la discriminación y opresión que sufren las mujeres iraníes.

La Casa Blanca condenó y expresó su preocupación por la muerte de la joven de origen kurdo, pero se trata de un pronunciamiento que debe ser desenmascarado, ya que Estados Unidos es un aliado de Arabia Saudita, donde la opresión de las mujeres es tan terrible como en Irán. Una mujer acaba de recibir allí 45 años de cárcel por su activismo en las redes sociales.

Masha Amini tenía 22 años

Tras los cortocircuitos diplomáticos por el asesinato en 2018 del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi, el presidente Joe Biden selló en julio la reconciliación con el príncipe heredero saudita Mohammed ben Salman. Más que la libertad de expresión o la realidad de las mujeres, a Washington lo desvela el petróleo saudita, una alternativa al de Rusia en momentos de guerra.

Ni qué decir que en los propios Estados Unidos se desenvuelve ahora una cruzada conservadora contra los derechos y conquistas de las mujeres, como el aborto legal.

La movilización independiente de las mujeres y la alianza con la lucha de la clase trabajadora es el camino frente al oscurantismo y el imperialismo.

Justicia para Masha Amini. Juicio y condena a los responsables de su muerte.

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