Cuando se produjo el secuestro de Rodrigo Granda en Caracas, el régimen chavista mantuvo silencio. El 27 de diciembre, Heinz Dietrich, un conocido periodista venezolano y partidario del régimen, denunciaba el “preocupante silencio de las autoridades venezolanas ante el secuestro de Rodrigo Granda” ( rebelion.org ).

 

En ese artículo se ofrecían las pruebas de ese secuestro, mientras el gobierno de Uribe declaraba haberlo apresado en Colombia. La presencia de Rodrigo Granda en Venezuela no tenía un carácter singular porque “en Venezuela, en todos los gobiernos ha habido un ‘canciller’ de las Farc, cosa que no es de extrañar porque la ONU reconoce el status de ‘beligerancia’ a este grupo revolucionario” (Gonzalo Fragui, en www.aporrea.org/dameletra , 15/1). Gonzalo Fragui recuerda que incluso “cuando el gobierno de Luis Herrera enviaba militares venezolanos a asesinar salvadoreños, entre ellos curas y monjas, el ‘canciller’ del Frente Farabundo Martí se encontraba en Caracas y no era detenido” (ídem).

 

El secuestro de Rodrigo Granda es el remate de un largo historial de complicidades de las fuerzas policiales y militares venezolanas. Dos años atrás fueron secuestrados, también en Caracas, dos vascos, uno de ellos chavista, “con las mismas características del secuestro de Granda” (ídem). Más recientemente, policías venezolanos fueron acusados de estar detrás del asesinato del fiscal Danilo Anderson, que investigaba a los golpistas de 2002.

 

El secuestro de Rodrigo Granda se produjo pocos días después de una reunión entre el ministro de Defensa chavista, Jorge García Carneiro, y su par colombiano, Jorge Alberto Uribe, “empresario bastante ligado a los grupos paramilitares antioqueños, …acompañado de Carlos Alberto Ospina y Reinaldo Castellanos, dos oficiales señalados de ser autores de masacres de campesinos y asesinatos de sindicalistas, juntamente con grupos de autodefensa”, donde se dio “continuidad a los compromisos suscriptos entre Hugo Chávez y Uribe Vélez, en Cartagena de Indias, el 9 de noviembre” (Horacio Benítez, en www.aporrea.org/dameletra , 4/1). En esa reunión, Carneiro reivindicó “la unión, la fortaleza y la necesidad como vecinos de fortalecernos y sobre todo el intercambio de información de alto nivel” de los organismos de inteligencia de ambos países (ídem).

 

“El analista venezolano Pompeyo Márquez”, informa La Nación , “vaticina” que “de ahora en adelante se verán detenciones de estos grupos guerrilleros, que operan libremente en todo el país” (15/1).