Puerto Deseado: Conciliación obligatoria

MANTENER LA GUARDIA ALTA


Luego de un mes de lucha de los marineros de Puerto Deseado, el gobierno nacional dictó la conciliación obligatoria. Se abrió un cuatro intermedio de quince días. Están en la agenda el convenio firmado por el ‘Caballo’ Suárez (del Somu nacional) a espaldas a los trabajadores; el aumento de los valores por productividad que reclaman los marineros; y, los más importante de todo, el reconocimiento de los delegados de base de Puerto Deseado por parte del Estado, el Somu nacional y las patronales. Se acordó el embarque inmediato de los marineros en huelga, ninguna represalia y la solución de los múltiples “errores” en los depósitos de las anteriores mareas (liquidaciones salariales) por parte de las empresas. Ni hablar de los recibos de sueldo que llegan con meses de retraso.


La “propuesta” de los 200 pesos en negro (que ofertaran inicialmente las patronales) ni está en discusión. Aunque la patronal ha sido obligada a sentarse a discutir las condiciones salariales y de trabajo con los delgados de los trabajadores, todavía no se consiguió nada de lo que se reclamaba (excepto, claro, el reconocimiento de los genuinos representantes de los trabajadores). No están excluidas las provocaciones de las patronales o las maniobras del gobierno.


Han sido golpeados el Somu y los campeones del carnereaje –el Agomu de Caleta, que durante una semana estuvieron sacando solicitadas de una página contra el reclamo de los trabajadores. La Cámara de Comercio de Deseado montó en una campaña sin precedentes tratando a los marineros como ‘criminales’.


Hubo vacilaciones de la mesa de gremios para sacar pronunciamientos y una marcha de apoyo ante la campaña contra los marineros. En especial hay que marcar la resistencia de la ADOSAC provincial para hacer el congreso provincial en Deseado, pese a los mandatos de Gallegos y de la propia filial de Deseado.


Al amparo de la conciliación, los trabajadores de Deseado deben mantenerse alerta. Han dado una lucha impresionante. Pero todavía les queda conseguir sus reclamos sectoriales, y como ellos mismos dicen, sacarse de encima a los entregadores del Somu, los pichis de Caleta y al Caballo Suárez.


Viva la lucha de los Marineros de Puerto Deseado.