“Reconstruiremos nuestros lazos con los obreros kosovares y reunificaremos la Federación Yugoslava”

"Bajo la Otan, el pueblo kosovar no será independiente"

“No hay paz”, dijo Canak. “Lo que tenemos es una completa capitulación del régimen después de que la clase obrera de Serbia pagó un precio enorme. Y en Kosovo, el pueblo, quienes retornan se encuentran con el área devastada tanto por los bombardeos de la Otan como por el saqueo de los que llevaron adelante la ‘limpieza étnica’. Ni siquiera estarán en condiciones de considerar su derecho a la autodeterminación. Serán un protectorado de la Onu; mejor dicho de la Otan”.


“Bajo el protectorado de la Otan, los albano-kosovares no gobernarán Kosovo”, continúa Canak. “Estarán bajo un gobernador impuesto por tropas extranjeras. Los derechos del pueblo trabajador serán desconocidos. Además, las casas y otras propiedades de cientos de miles de albaneses han sido destruidas y muchos se enfrentarán a condiciones abyectas de miseria. No hay autodeterminación en esas condiciones”.


Canak y Nezavisnost defendieron la autodeterminación de los kosovares como una vía concreta de socavar tanto al régimen de Milosevic como las intenciones del imperialismo norteamericano por desmembrar Yugoslavia para imponer la restauración del capitalismo. En su declaración del 1° de Mayo, la Nezavisnost denunció que “el enemigo interior (Milosevic) y el enemigo exterior (la Otan) han unido sus fuerzas contra nosotros. La Otan llegó para rematar el acto final de la obra (de división de la clase trabajadora)”. Pero “los trabajadores —se decía en la misma declaración— no se posicionan en las divisorias étnicas, (…) no enarbolan otra señal diferencial que la de ser trabajadores”.


Ya antes, la central había tomado parte en las movilizaciones contra la guerra en Bosnia y en Croacia y denunció la represión de los kosovares. Junto con la Unión de Estudiantes, estuvo en la primera fila de las manifestaciones de 1997 contra Milosevic que lo forzaron a reconocer los resultados de una elección municipal que su partido había perdido.


En la entrevista, Canak también lanzó ahora un planteamiento político para la clase obrera del conjunto de la vieja Federación Yugoslava. “La mayoría de la clase obrera pronto comprenderá que la destrucción de nuestro país fue innecesaria. Las políticas del régimen y su nacionalismo, que virtualmente todos los partidos de oposición abrazaron, abrieron las puertas a la intervención norteamericana.


“A pesar de los golpes abrumadores y de los tremendos sufrimientos de los últimos tres meses, la clase obrera —declara Canak— no ha sido aplastada”. Nezavisnost ha estado organizando actividades conjuntas con un creciente número de organizaciones —como la Unión de Estudiantes, las Mujeres de Negro y un nuevo grupo que representa a 25.000 rumanos de Voivodina— que rechazan el chovinismo y buscan alianzas con compañeros de todas las nacionalidades a través de la antigua Federación Yugoslava.


“Incluso, aunque la Otan intentará impedírnoslo”, concluye, “deberemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para reconstruir los puentes con los sindicalistas, estudiantes y trabajadores albaneses. Es una batalla difícil, pero lucharemos hasta que Kosovo se vuelva independiente o hasta que podamos reunificar la Federación Yugoslava a través del mutuo respeto y la genuina igualdad de todas las naciones y culturas. Sólo la clase obrera puede levantar este emblema”.