Por abrumadora mayoría, las dos cámaras del Congreso norteamericano le dieron a Bush los “poderes de guerra” necesarios para atacar Irak: “La resolución – dice el International Herald Tribune (11/10) – , le otorga a Bush más poderes que los que buscaba, incluyendo la posibilidad de desencadenar la guerra sin la aprobación de las Naciones Unidas”.

Las ilusiones de que la oposición demócrata frenaría la embestida guerrera de Bush se hicieron añicos. Bajo la presión oficial, la oposición votó completamente dividida; la mayoría de los demócratas de la Cámara baja votó contra la resolución; la mayoría de los demócratas del Senado votó a favor.

Con la resolución del Congreso en la mano, Bush “ganó flexibilidad” (The Washington Post, 12/10) para imponer en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas una resolución que será la excusa para la invasión.

En los últimos días, las negociaciones diplomáticas han sido febriles. “La batalla diplomática entablada desde principios de septiembre – editorializa con supina hipocresía Le Monde (10/10) – es de esas que confieren a la diplomacia sus cartas más nobles…”. Putin discute “cómo preservar los intereses nacionales de Rusia en el conflicto entre Estados Unidos e Irak” (Le Monde, 6/10), es decir, cómo preservar los intereses de las grandes petroleras rusas en Irak; lo mismo discuten los franceses, con respecto a los intereses de Total-Fina-Elf o las telefónicas.

“Hay perfume de convergencias”, anuncia un alto responsable de las Naciones Unidas; “… aunque públicamente Francia, Rusia y China no han cambiado sus posiciones, privadamente se están moviendo hacia un compromiso. Se estima que Francia presentará una resolución muy cercana a la de los Estados Unidos (…) la anulación del memorándum firmado entre la Onu e Irak y el ingreso ilimitado a los palacios presidenciales en Irak” (The Guardian, 11/10). Por las dudas, el gobierno francés rechazó en el Parlamento una moción presentada por el PS y el PC que lo obligaba a vetar en el Consejo de Seguridad una invasión a Irak: “El gobierno no excluye la opción militar” (Le Monde, 11/10). En cuanto a Rusia, “Putin suaviza su línea después de la visita de Blair” (Financial Times, 12/10).

Mientras tanto, crecen las movilizaciones contra la guerra que han comenzado a desarrollarse en Gran Bretaña, Italia y Francia, y que también comienzan en los Estados Unidos.