Represión del MAS en Bolivia

Hernán Montero, de 26 años, y Roberto Cáceres Fabrica, de 23, obreros mineros de Huanuni, han caído bajo las balas asesinas de la policía de Bolivia. Evo Morales se había reunido antes con el comandante nacional de la policía y dos miembros de la jefatura de ejército para tratar “el operativo de desbloqueo en la ruta Oruro-Cochabamba, antes de viajar a Tarija, donde debía reunirse con sus homólogos de Venezuela y Argentina” (La Prensa, 6/8).

Según la denuncia del dirigente de la Caja de Salud de Oruro, “los uniformados no permitieron el ingreso de ambulancias a la zona de los enfrentamientos” (ídem anterior). El gobierno negó el uso de armas de fuego hasta la tarde, cuando los informes de los forenses no dejaban lugar a dudas (La Prensa, 6/8).

Chávez y el canciller boliviano aprovecharon la movilización que los ‘autonomistas’ estaban realizando en Tarija con el objetivo de bloquear la llegada del presidente venezolano y de Cristina Kirchner, para denunciar la existencia de una ‘quinta columna’ en Bolivia, que conspiraba con la Cuarta Flota de los Estados Unidos contra Evo Morales. No es la primera vez que el nacionalismo mixtura a los explotados con el imperialismo para justificar su política represiva y, por sobre todo, para esconder sus limitaciones sencillamente mortales.

Es que Evo y el MAS enfrentan una serie de referendos revocatorios, el próximo domingo, que no servirán para nada y darán nuevas alas a la derecha, a la cual el diario La Nación de Buenos Aires (6/8) presenta, sin embargo, debilitada y dividida. El ex candidato presidencial de la derecha, “Tuto” Quiroga, ni siquiera se hizo ver durante la campaña electoral.

Los mineros se encuentran reclamando contra una ley de jubilaciones que establece el piso de 65 años para acogerse al beneficio, a pesar de que esos trabajadores no sobrepasan ese promedio de vida. Son acompañados por docentes y fabriles.

La muerte de los obreros mineros provocó una conmoción nacional

Las mujeres de los mineros marcharon hacia Oruro e interrumpieron el desfile escolar por el aniversario patrio en la plaza principal. Fueron atacadas por la Juventud del MAS, que, a renglón seguido, atacó la sede de la Central Obrera y la red Unitel, de oposición al gobierno. Según los dirigentes de la Confederación Obrera Departamental, la juventud del MAS está pagada por la Prefectura de Oruro. Las bandas del gobierno atacaron y desarmaron una movilización docente, “pero las maestras se dirigieron en forma inmediata al Hospital Obrero, centro al que llegaron las víctimas del enfrentamiento entre mineros y policías… y expresaron su apoyo a los familiares de los heridos” (La Razón, 6/8).

Hubo marchas masivas en Potosí y La Paz.

A estas horas se reúne el ampliado de la COB para decidir un paro general “productivo” (total) de 24 horas y exigir la renuncia del ministro del Interior y otros funcionarios.

El gobierno del MAS “liberó las rutas” en el caso de los mineros, pero no le interesó hacerlo en Tarija, aun a riesgo de privarse de la visita de la Kirchner y Chávez.

Los asesinatos han ocurrido en la misma zona en la que a principios de octubre 2006 se produjo la rebelión obrera que obligó al gobierno a contratar en la Empresa Minera Huanuni a los 4.000 trabajadores de las cuatro cooperativas mineras de ese distrito.