Rusia: Ola de agresiones a activistas sindicales

En la noche del 13 de noviembre, Alexei Etmanov -dirigente sindical de la planta de Ford en Vsevolozhsk, en las afueras de San Petersburgo, y del sindicato interregional de trabajadores de la industria automotriz (ITUA, su sigla en ruso)- fue atacado por hombres no identificados, armados con barras de metal. Afortunadamente, Alexei y su esposa no sufrieron heridas.

Etmanov es reconocido por haber encabezado las huelgas de la Ford de San Petersburgo; el ITUA agrupa trabajadores mecánicos de Moscú, Kaluga, Taganrog, Yarslav y San Peterburgo. También es un miembro destacado del Comité para Acciones Solidarias (KSD, su sigla en ruso), que reúne a sindicalistas y activistas de izquierda. El KSD apoya la campaña del sindicato de los trabajadores de la planta de TaGAZ, donde se producen modelos de la coreana Hyundai. Los trabajadores reclaman la reincorporación de varios miembros del sindicato ilegalmente despedidos -entre ellos, su secretario general Sergei Pinchukov- y la investigación de tres ataques, en el pasado verano (boreal), contra los activistas Alexei Gramm y Sergei Bryzgalov. El “modus operandi” de los agresores fue el mismo que el del ataque a Alexei Etmanov: una emboscada después de salir del trabajo.

El ataque contra Etmanov no es el primero; el 8 de noviembre había sufrido un ataque similar. Luego del ataque, Vladimir Lesik -el segundo de Etmanov en el sindicato de Ford-Vsevolozhsk- fue amenazado telefónicamente. Otros miembros del KSD también recibieron amenazas.

Detrás del ataque al activismo sindical, está la alianza entre los servicios secretos de Putin y las patronales automotrices.