Salvaje desalojo en Pinheirinho (Brasil)

Ofrenda a los Juegos Olímpicos de los especuladores inmobiliarios

La brutal represión desatada contra las miles de familias que ocupaban el barrio Pinheirinho, en Sao Paulo, desató una crisis política en Brasil. El operativo dejó varios muertos y decenas de heridos, y contó con más de dos mil efectivos de la fuerza de choque de la policía militar, quienes dispararon indiscriminadamente contra las familias. La Policía Militar utilizó helicópteros, bombas de gas, balas de goma y gas pimienta. La feroz represión, acallada por los grandes medios de comunicación, trascendió gracias a las filmaciones de los mismos ocupantes. Las tierras desalojadas son propiedad del especulador financiero Naji Nahas. Como en China o Argentina, los trabajadores sin viviendas son las víctimas de la especulación inmobiliaria -no importa si gobierna el partido Comunista, los nac & pop o los lulistas. La orden dictada para avanzar sobre el terreno y sacar a las familias ignoró abiertamente una medida cautelar dictada por la Justicia Federal en beneficio de los ocupantes. Pinheirinho es el retrato fiel del Estado de derecho.


La represión generó una fuerte condena popular y hubo manifestaciones en varios puntos del país con la consigna: "Todos somos pinheirinhos" La presidenta Dilma Roussef, quien participaba de una nueva edición del Foro Social Mundial en Porto Alegre, se vio obligada a criticar el operativo de la fuerza bajo su comando, y prometió que intentaría solucionar el conflicto.


Dilma viene de militarizar las favelas de Río para asegurar un desarrollo calmo de los Juegos Olímpicos -la obsesión del gobierno de los 'trabajadores', así como de los contratistas de obras públicas y de los especuladores inmobiliarios. El derrumbe de tres edificios en Río de Janeiro puso de manifiesto la completa falta de escrúpulos de las 'desarrolladoras' y de los supervisores del Estado.