Se incrementa la lucha de clases en Bolivia

Luego de dos huelgas generales, una de 24 y otra de 48 horas, 10.000 mineros y trabajadores (maestros, constructores, fabriles, salud) protagonizaron el miércoles 6 una multitudinaria marcha (de los 57 gremios asociados a la COB, 37 apoyaron la convocatoria), hasta llegar a la Paz, luego de recorrer once kilómetros -donde enfrentaron la represión policial al grito de “con armas o sin armas, los mineros estamos presentes”. En la Universidad, adonde se replegaron, declararon una huelga indefinida, la cual luego fue ratificada por un Ampliado Nacional de la COB.

Para el dirigente de la Central Obrera Departamental de Oruro, Jaime Solares, “el gobierno… se parece a los gobiernos de Gonzalo Sánchez de Lozada y Jaime Paz”. El secretario general de la COB, Montes, ligado políticamente al MAS, le pidió a Morales el cambio de su gabinete y, en especial, la remoción del ministro de Trabajo, Félix Rojas. “Félix no sale de su corbatita, nunca ha marchado con nosotros y resulta que ahora es del Partido Comunista”.

A pesar de plantear un pedido formal para la equiparación de los salarios con la canasta familiar (lo que representaría un aumento del 1.000% de los salarios), el reclamo principal de la COB consiste en un aumento del 30% de los salarios y una negociación sin intermediarios con Evo. Algunos dirigentes de la COB estarían dispuestos a cerrar el conflicto con muy poco. El secretario de Finanzas de la COB, Ramiro Condori, señaló que “en el tema del incremento salarial del 10% estamos de acuerdo, nunca les hemos rechazado, lo que nosotros queremos es que se abra para otros sectores”.

La huelga general se ha mantenido acompañada de numerosas movilizaciones y cortes. Maestros, universitarios, fabriles y trabajadores en salud radicalizaron las movilizaciones y chocaron en muchas ocasiones con la policía. “Si esto es el cambio, el cambio es una porquería” era el estribillo que se repetía ante la desesperación de algunos dirigentes que pretendían calmar los ánimos. Otros pedían la renuncia de Evo Morales, Alvaro García Linera y los ministros cuestionados. “Ni dictaduras de ojotas ni de botas”, gritaban en alusión al origen campesino de Evo Morales.

A diferencia de la primera jornada, las medidas de lucha organizadas por las centrales obreras departamentales y el magisterio urbano se han extendido a todas las ciudades del país. Los médicos de planta de la Caja Nacional de Salud (CNS) se sumaron en todo el país al paro indefinido y movilizado.

El MAS alista a los campesinos contra los obreros

Los ataques de Morales y Linera a la lucha de los trabajadores derivaron en la posibilidad concreta de un enfrentamiento entre sectores campesinos e indígenas ligados al MAS contra los trabajadores. Los ocho ayllus, representantes de pueblos originarios, durante un acto celebrado en el Palacio de Gobierno rechazaron las movilizaciones convocadas por la COB y anunciaron que están prestos para tomar acciones en contra de los trabajadores asalariados. “Si quieren traicionar el proceso de cambio, los ayllus originarios todos juntos nos levantaremos, porque siempre nos han traicionado ateniéndose a sus cachorros de dinamita. No nos vamos a quedar en paz y nos vamos a declarar en estado de emergencia por la defensa de nuestro presidente Evo Morales Ayma”, afirmó el vicepresidente de los ayllus en La Paz, Merardo Warcalla.

Los campesinos de Cochabamba también anunciaron que sostendrán una reunión con representantes de las 16 provincias del departamento para asumir acciones contra la COB. “Esa gente está aprovechando, como Federación de Campesinos no lo vamos a permitir, por ello pedimos que dialoguen y agoten todas las instancias. Pero si siguen con sus medidas de presión, vamos a asumir acciones y medidas no sólo en Cochabamba, sino a nivel nacional”, amenazó el secretario de Relaciones de la Federación Unica de Trabajadores Campesinos de Cochabamba, Henry Vásquez.La Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de La Paz criticó ayer las movilizaciones de la COB y sus organizaciones afiliadas, a las que acusó de querer “tumbar el gobierno”.

Inflación imparable y caída de las reservas de gas

Dos datos económicos clave ocuparon esta semana. Por un lado, la semana pasada se supo que la inflación acumulada del primer trimestre de 2011 llegó al 3,89%. Esto representa más de la mitad de la proyección que había estipulado el Banco Central de Bolivia (BCB) para todo el año (un 6%). El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas ya había subido la meta de inflación prevista para este año del 4 al 6%.

Por otro lado, luego de cinco años de no publicar un informe actualizado sobre las reservas de gas natural, YPFB publicó que Bolivia había caído del segundo al sexto lugar en Sudamérica. Según YPFB, esa cifra estuvo inflada con el fin de beneficiar a las petroleras. YPFB y el gobierno de Morales mantuvieron en secreto el último informe de D’Goyler de marzo de 2006 y prefirieron renovar los contratos con las operadoras transnacionales, que no han hecho inversiones en exploración. Con reservas probadas equivalentes a 9,94 TCF (TrillionCubicFeet) el gobierno está llamado a acelerar las tareas de exploración y explotación. La bancarrota estatal atiza la movilización popular.

Lucha de clases

En los tres primeros meses de este año, la conflictividad social en Bolivia superó el promedio registrado en la pasada gestión. En enero se registraron 67 conflictos, en febrero fueron 91 y en marzo llegaron a 82, cuando el promedio del año pasado fue de 67,4 conflictos sociales (Ceres). Dos de los tres primeros meses del año ya han superado el promedio alcanzado en todo 2010, que fue el más alto en conflictividad en los últimos 41 años.