Según informa Brecha (4/11) “el diálogo entre el CODICEN -las autoridades educativas y los estudiantes está prácticamente roto. Las autoridades dijeron nones al diálogo nacional y a congelar la reforma, en tanto los jóvenes ini­cian nuevas ocupaciones”.

Mientras el lunes 30 se hacían ma­nifestaciones frente al local donde se reunían el CODICEN y los estudian­tes, el martes 1° era ocupado el liceo Bauzá, que “fue desocupado por 30 policías (algunos sin unifor­me) que ingresaron al instituto a las 2,30 horas…”. El gobierno y el CODICEN (integrado por todas las fuerzas parlamentarias, incluido el ‘izquierdista’ Frente Amplio) “mo­dificaron su estrategia y ahora se disponen a cortar de raíz cual­quier intento de ocupación”.

Pero por la tarde del miércoles 2 “en muchos liceos se multiplicaban las asambleas… (se ocuparon) los liceos 26 y 17 … cuando ya se había asegurado que habría san­ciones… La temperatura no dejaba de subir”.

Para el presidente del CODICEN, el objetivo de los estudiantes de ‘tor­cer’ una ley aprobada por el parla­mento, equivale al reclamo de un ‘golpe de Estado’. Los ‘demócra­tas’ se acuerdan de ‘defender’ al parlamento cuando sirve como una trinchera contra el pueblo moviliza­do, pero ‘arrugan’ frente a los gol­pes o se transforman en la comparsa ‘democrática’ del dictador de turno.

“Así las cosas -opina Brecha-… el conflicto amaga con replantear­se en términos quizás más duros. El movimiento estudiantil no da muestras de agotamiento…”.