El significado fundamental de la masacre que el sionismo está perpetrando en la Franja de Gaza se le ha escapado a casi el ciento por ciento del periodismo internacional. Es que aunque en apariencia se encuentra a contramano de la derrota que el imperialismo yanqui está sufriendo en Irak, así como de las ‘salidas’ que se están buscando a esa derrota en el llamado ‘marco de la ONU’, esta masacre encaja perfectamente con esas ‘salidas’ y cuenta con el apoyo de todas las potencias capitalistas, menores y mayores, que reclaman la retirada, ‘ordenada y gradual’, de Bush del territorio iraquí.

Las topadoras que están arrasando con las viviendas de cien mil palestinos, así como las decenas de asesinatos cotidianos, tienen por objetivo entregar el control de Gaza a unas ‘fuerzas de seguridad palestinas’ que “serán formadas por Egipto” (El País, 19/5). “Todo esto, continúa la información, fue tratado el lunes en la cumbre que reunió en Berlín a Condoleezza Rice con el primer ministro palestino, Ahmed Qurei. También estaban destacados negociadores palestinos como Saeb Erekat y Nabil Shaat. La conversación duró dos horas y media más de lo previsto y, según declaró la propia Rice, ‘fue productiva’”. La ‘fuerza de seguridad’ que formará Egipto “deberá enfrentarse a Hamas y Yihad Islámica, que tienen gran fuerza en Gaza” (ídem).

De esta manera, los sionistas tienen previsto ‘retirarse unilateralmente’ de Gaza. La destrucción de viviendas apunta a la construcción de un ‘corredor’ que quedará bajo el control del ejército sionista, aunque ulteriormente podría pasar al egipcio. El apoyo a esta política, por parte de los ‘rivales’ de Bush, de la Unión Europea, es incuestionable. El canciller de Zapatero, Moratinos, experto mediador en el Medio Oriente en representanción de la Unión Europea, “se empeñó, dice El País, en quitar hierro a los ataques israelíes, ‘para mirar hacia el futuro’”; “…‘por encima de cualquier otra consideración’, insistió Moratinos, lo que importa ahora es aprovechar ‘las nuevas oportunidades de paz’ que, en su opinión, ofrece el proyecto del primer ministro, Ariel Sharon, de que Israel se retire unilateralmente de Gaza”. El diario destaca que Moratinos evitó en todo momento la palabra “condena”, para referirse a las masacres sionistas, y que esta posición ‘contra el terrorismo’ está “en plena continuidad con la política del gobierno de Aznar” (ídem). En otra parte de la información, El País dice que en una reunión entre los servicios secretos de Israel y de Egipto, en febrero pasado, se admitió la posibilidad de “que Egipto control(e) el corredor” que funciona como frontera entre Israel, Gaza y Egipto.

Las perspectivas ‘pacifistas’ de Sharon, Rice, Moratinos y Qurei pasan necesariamente por las topadoras y la metralla. La ‘retirada’ de Gaza resulta de este modo complementaria con la que se comienza a diseñar para Irak. El ‘plan B’ del imperialismo mundial, frente a la insurgencia nacional que va del golfo Pérsico al Mediterráneo, es una variante indiferenciada de dominación colonial. La enorme manifestación pacifista, que tuvo lugar el sábado pasado en Tel Aviv, para que Israel se retire ‘unilateralmente’ de Gaza, no demoró más que un par de horas para poner de manifiesto todas sus limitaciones. Al mismo tiempo, quedan de manifiesto las limitaciones del movimiento nacional árabe, que no ha formado un comando único de toda la Intifada mesoriental, y que pretende contar de su lado a la burguesía palestina que se pone de acuerdo con Sharon, con Condoleezza Rice y con el egipcio Mubarak para liquidar la causa nacional de su propio pueblo.