Strauss-Kahn, el victimario convertido en víctima

-Exclusivo de internet

Los titulares de la prensa parecen unánimes acerca del ‘colapso’ de la acusación contra Dominique Strauss-Kahn, el ex director del FMI, que fue liberado sin fianza en las últimas horas, luego de haber sido detenido en Nueva York acusado de violar a una empleada del hotel en el cual se hospedaba. El ‘vuelco’ que ha tomado el caso, que ha llevado a que la fiscalía especule con dejar caer los cargos y dar por cerrada la investigación, no tiene que ver, sin embargo, con el descubrimiento de nuevas pruebas acerca de la presunta violación ocurrida en un cuarto del lujoso hotel Sofitel, sino de revelaciones sobre el pasado de la denunciante, que ha pasado ahora a ocupar el lugar de ‘acusada’ en toda la prensa del país.

A la empleada del hotel, nacida en Guinea, se la ‘acusa’ de haber ‘perdido credibilidad’ desde que se difundió que habría mentido al llegar al país para conseguir el asilo en los Estados Unidos, que no fue clara acerca del lugar adonde se dirigió al salir de la habitación del hotel y que mantuvo conversaciones telefónicas con un preso acusado de tráfico de drogas, a quien le habría dicho que el ex director del FMI “es un tipo con mucho dinero”, en una conversación privada y en dialecto africano que recién fue traducida en los últimos días. También se hizo correr la versión de que la empleada habría trabajado como prostituta, esto porque existirían depósitos bancarios de origen poco claro. Aunque ninguna de las ‘revelaciones’ tiene relación con lo sucedido en el interior de la suite del hotel, y a pesar de que existen “pruebas forenses sin ambigüedades de un encuentro sexual”, fue la propia fiscalía la que se ocupó de filtrar a la prensa amarilla los ‘hallazgos’ descubiertos sobre la denunciante y de informar a la defensa de Strauss-Kahn sobre la debilidad de su posición. “Ambas partes están discutiendo si dejan caer los cargos” (Clarín, 1º/7).

Ocurre que la oficina del fiscal del estado de Nueva York (en Estados Unidos se trata de un cargo electivo y con gran exposición pública) viene de sufrir un par de derrotas resonantes en casos recientes, y todos los comentaristas señalan que un caso tan pesado como el de Strauss-Kahn puede significar el fin de la carrera del fiscal, en caso de no poder contar con pruebas concluyentes para sostener la acusación por violación. Los fiscales temen que el caso les resulte un búmeran, toda vez que en un eventual juicio el jurado no haría lugar a las acusaciones si está en cuestión la ‘credibilidad’ de la acusada, negra, trabajadora, pobre e inmigrante, que ha pasado de víctima a victimaria y tiene ahora que defender su versión sobre la relación sexual que -está probado- existió en la suite del hotel, por parte de uno de los hombres más poderosos del planeta, blanco, millonario, ex director del FMI y candidato a la presidencia de Francia. Se habla, incluso, de que la joven podría ser expulsada del país debido a su presunta falsa declaración al momento de solicitar el ingreso a los Estados Unidos.

Mientras Strauss-Kahn celebraba el levantamiento del arresto domiciliario con una cena de 700 dólares en un restaurante neoyorquino, no obstante, se hizo pública una nueva denuncia en su contra, también por un caso de violación, ocurrido en 2003, que será presentada en los próximos días en los estrados judiciales por una joven francesa. La porquería que salpica por todas partes al funcionario del FMI es sintomática de la descomposición política del partido socialista francés, al cual pertenece, a pesar de que no faltan quienes claman que todo se trata de una “conspiración” contra su millonario dirigente: el abogado de la joven francesa que denunciará a Strauss-Kahn “dijo que su clienta no presentó una denuncia en estos ocho años que pasaron desde el incidente porque fue disuadida por su madre, que es funcionaria regional por el Partido Socialista” (Télam, 5/7). Ocurre que la detención de Strauss-Kahn no sólo dejó acéfalo al FMI, que acaba de designar a la también francesa Christine Lagarde como sucesora, sino que planteó una crisis al interior del Partido Socialista, cuyo candidato más firme para enfrentar a Sarkozy era el actual acusado de violación. Cuando el PS estaba aún intentando recobrarse del golpe y reconstruyendo sus alineamientos internos, las noticias sobre un eventual desprocesamiento y retorno a Francia del ex director del FMI agregan un nuevo factor de crisis: “las primarias socialistas se han visto sacudidas de arriba abajo” y se acaba de solicitar una postergación en el cierre de inscripción de candidaturas, prevista para el 13 de julio, para esperar la próxima comparecencia de Strauss-Kahn ante el juez neoyorquino (El País, 3/7).

En esta nota