La huelga de los mineros sudafricanos ingresó en su décima semana. Reclaman una duplicación del salario mínimo en un plazo de tres años. En un comunicado conjunto, las patronales amenazaron con una amplia reestructuración del sector y despidos. Apuestan a quebrar la huelga por hambre, mientras transforman el cinturón del platino en un área liberada.

El proceso huelguístico, que involucra a 60 mil trabajadores nucleados en la Amcu, es el más importante desde la masacre de Marikana. Expresa un ascenso más general, que desborda a la burocracia sindical y pone en peligro el control del CNA sobre el movimiento obrero. Según un testimonio, “estamos (ante) un retorno de ingobernabilidad visto por última vez antes del surgimiento de los sindicatos durante el período del apartheid” (Daily Maverick, 31/3).