Los trabajadores de la mina de oro de Kopanang -5.000 obreros- acaban de iniciar una huelga para exigir un aumento de salarios a la empresa Anglo Gold Assanti, administradora del yacimiento. Exigen la duplicación de sus salarios. Están en huelga, además, los trabajadores de las minas de platino y de oro de Anglo American Platinum -Amplats- y Gold Fields, iniciadas hace poco más de una semana. Tienen lugar luego del acuerdo logrado con la británica Lonmin, tercera productora de platino en el mundo. El interrogante que se hace The Economist -”¿puede el acuerdo ser contagioso?”- ya tiene respuesta (19/9).

“Lonmin fue puesta de rodillas porque la huelga logró el cierre de todas sus minas con eficacia”. AMCU, el sindicato que alentó la huelga, ha salido fortalecido y uno de sus organizadores ha planteado ahora una consigna para Impala Platinum, rival de Lonmin: “Queremos 9.000 rands (1.100 dólares) al mes como salario básico en lugar de los cerca de 5.000 (rands) que estamos recibiendo” (Reuter Johannesburgo, 19/9).

El “Black Economy Empowerment”

Esta expresión podría traducirse como “otorgamiento de poder económico a la comunidad negra”. Con el fin del Apartheid, en 1994, el CNA -nacionalismo burgués- planteó una política de mayores puestos de trabajo, mejora del nivel de vida e injerencia en la propiedad en beneficio de la mayoría negra. Para gran parte de las masas, la situación es igual o peor que bajo el Apartheid, sólo que en el 10% de la población que se apodera del 60% de los ingresos totales aparece una nueva y poderosa minoría negra. Cyrill Ramaphosa -protagonista de la transición, miembro del ejecutivo del CNA y fundador en su momento del sindicato minero (NUM)- es, al día de hoy, un multimillonario poseedor de una compañía de inversiones y socio de la misma empresa Lonmin. Integran esta nueva elite negra Tokyio Sexwale, político y multimillonario, empresario minero socio de la Gold Mines; Patrice Monsepe, considerado por la revista Forbes como el primer y único multimillonario negro de Sudáfrica, fundador y ejecutivo de African Rainbow Minerales -una de las más exitosas compañías del período postapartheid y con intereses en platino, carbón, acero y oro.

“Creo que esto vuelve a golpear al CNA, ya que nunca se propuso realmente constituir una base amplia fundada en el empoderamiento económico negro, a través de los planes de acción de los trabajadores mineros o fideicomisos comunitarios. Fue utilizado por algunas empresas como una forma de comprar influencia y clientelismo político”, denunció un abogado de la industria minera (Financial Times, 8/9).

El régimen político instaurado con posterioridad al Apartheid está en crisis y Sudáfrica va camino a una situación prerrevolucionaria.