Una vez más, la movilización en los Estados Unidos y en todo el mundo ha logrado que sea aplazada la aplicación de la condena de muerte contra el militante y periodista negro Mumia Abu Jamal.

 

Mumia fue condenado por el supuesto asesinato de un policía blanco en 1981. Durante el juicio, fueron desconocidas las declaraciones brindadas por los testigos de la defensa; se denunció que muchos de los testimonios que lo incrminaron fueron obtenidos mediante intimidación policial o soborno. El juez que lo condenó es miembro vitalicio de la ‘Orden Fraternal de los Policías’ …

 

La condena contra Mumia es política. Mumia fue, desde joven, un activista negro en su Filadelfia natal. Fue miembro del partido de los nacionalistas negros (‘Panteras Negras’) en la década del ‘60; más tarde se convirtió en periodista radial, denunciando sistemáticamente la brutalidad de la policía de Filadelfia contra las minorías. Los negros representan el 9% de la población en Pennsylvania pero son el 62% de los condenados a muerte.

 

La ejecución ha sido suspendida pero la condena a muerte sigue en pie. Se ha ganado el tiempo para profundizar la movilización por la anulación del juicio y la libertad de Mumia Abu Jamal.