El Partido Obrero de Argentina se solidariza profundamente con las víctimas y afectados del terremoto en los Estados de Turquía y Siria, y apoyamos el impulso de la campaña del SEP, a la vez que alentamos toda ayuda humanitaria y de organización denunciando la responsabilidad del régimen de Erdogan emprendida por organizaciones obreras y populares.

El terremoto ya se ha cobrado decenas de miles de vidas. Millones están afectados por la destrucción de sus hogares. La cifra real, sin embargo, es ocultada por los gobiernos. La ayuda humanitaria escasea. Un dato saliente de la situación es el retaceo de ayuda por parte del gobierno turco de Recep Erdogan, que ha destinado fondos para el rescate a los diversos distritos según su afinidad política, y no con respecto a las necesidades de la población. Esto ha golpeado especialmente a aquellas zonas donde residen minorías nacionales que se oponen mayormente a las medidas del Estado central.

En Siria, los recursos son aún más escasos, dando por resultado cifras comparativamente más altas de víctimas fatales. Tras años de guerra, bombardeos y crímenes contra la población civil, la situación es catastrófica. A pesar de esto, el imperialismo se niega a levantar las sanciones que permitirían la llegada de ayuda humanitaria internacional.

Es en este contexto donde cobra valor la campaña lanzada por el SEP de ayuda y organización de las víctimas del terremoto en el territorio más afectado, combinado con una fuerte denuncia del régimen de Erdogan, que favoreció la especulación inmobiliaria y los negociados hoteleros en detrimento de las medidas y fondos antisísmicos más elementales.

Hacemos propia la perspectiva del SEP que insta a una gran movilización nacional: que el gobierno rinda cuentas de los fondos antisísmicos y que se conforme una comisión independiente para administrar la ayuda humanitaria.

Denunciamos también la responsabilidad de los capitalistas beneficiados durante años con el presupuesto que debía ser destinado a fondos de catástrofe, mayormente asociados a la especulación inmobiliaria, la gran propiedad y la industria hotelera, cuyas instalaciones deben colocarse primordialmente en beneficio de las víctimas del terremoto

Es necesario centralizar y expropiar las instalaciones de salud privada y ponerlas al servicio de los heridos. Lo mismo con la gran producción de alimentos y de productos de primera necesidad.

Una gran movilización nacional e internacional en ayuda de las víctimas y afectados plantea una reorganización social integral sobre nuevas bases, bajo la dirección de los trabajadores.

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