Trabajadores de la salud volvieron a movilizarse en Paraguay

En Paraguay, el pasado martes 18, los trabajadores de la salud volvieron a copar las calles, asentándose en las puertas del Ministerio de Salud. Allí exigieron que se abastezca a los hospitales de insumos médicos, medicamentos, equipos de protección personal (EPP) y de personal sanitario en todas las áreas, además del pago adeudado del bono por gratificación de Covid-19.

¿Qué reclaman los trabajadores de la salud?

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social está funcionando sin presupuesto anual. Desde hace cinco meses, cuando la pandemia llegó al país, los médicos y enfermeros denuncian que se ven obligados a atender pacientes sin barbijos ni equipos de látex. Esta irregularidad se traduce en un total de 503 trabajadores contagiados (Diario Paraguay, 19/8). Los pocos recursos financieros que ingresan son absorbidos por los tratamientos de coronavirus, lo cual implica una desatención total en el resto de las ramas sanitarias. Por ejemplo, en la ciudad de Caaguazú, el Frente Mujer del Partido Paraguay Pyahurã se movilizó también el martes, denunciando la falta de terapias neonatales y partos (Ñanduti, 18/8). La situación se repite y empeora en el resto del país. Pero además de escasear elementos de bioseguridad, se registra una falta enorme de personal médico. Así, quienes cubren guardias se ven sobreexplotados de tareas, mientras los pacientes se aglomeran en los pasillos hasta ser atendidos, suscitando un contagio masivo.

Por último, los trabajadores exigen la renuncia de Julio Mazzoleni, ministro de Salud, quien está siendo investigado por la compra con sobreprecios de insumos médicos en 32 operaciones e irregularidades en los fondos públicos (Télam, 6/6).

La hostilidad del gobierno

Durante la jornada de protestas, el gobierno convocó una rueda de prensa, que sólo echó más leña al fuego. El ministro Mazzoleni aseveró que “no existen problemas de equipos de protección individual”. Por su parte, el presidente Mario Abdo Benítez aumentó la artillería contra los reclamos: “tienen que estar agradecidos de tener trabajo. No hay posibilidades de concederles (los reclamos) porque no hay recursos” (Diario Paraguay, 18/8).

El gobierno presenta los reclamos como una operación en su contra, cargada de “contenido ideológico y oportunista” (Infobae, 18/8). Pero admite por lo bajo que el déficit en los hospitales sí existe. La solución que ofrecen es solicitarle al parlamento “un presupuesto de guerra”, que cubra todas las necesidades del gasto público y los que genere la pandemia, ¡recién el año que viene!

“Se dedicaron a robar los fondos de Salud durante este tiempo, mientras tanto seguimos lamentando los fallecimientos”, declaró al respecto Lourdes Villalba, vocera del Sindicato de Trabajadores del Hospital de Clínicas (Télam, 18/8).

Los trabajadores de la salud advierten que el pico de la pandemia aún no llegó. Hasta junio, la situación era relativamente estable, con 2.200 contagios. Al avanzar en una flexibilización de la cuarentena sin los cuidados necesarios, los casos en un mes se dispararon a 10.135 y 145 muertes (ídem), con un foco principal en la frontera comercial con Brasil. A presión de las patronales, el gobierno pretende seguir con estas aperturas, omitiendo la crecida de contagios. Para tapar la realidad, desde el Ministerio de Salud anunciaron que no seguirán publicando las cifras diarias de contagios, sino que aparecerá “en los boletines semanales, aunque eso va a depender de la Dirección de Vigilancia” y no del Ministerio de Salud (La Nación Paraguay, 19/8).

En Paraguay, los trabajadores de la salud exigen la conformación de un comité de crisis para relevar el estado de los hospitales y controlar la situación sanitaria, elaborando además un protocolo de salubridad e higiene que resguarde a la población del contagio masivo.

El pago de la deuda externa tiene como contracara necesaria la debacle del sistema de salud. Hoy se ve el rostro criminal de esa política. Es necesaria la triplicación inmediata del presupuesto y la centralización de todo el sistema de salud, como parte de una batería de medidas ante la pandemia, que incluya la prohibición de despidos y la asistencia económica a los desocupados.