Internacionales
13/11/2024
Trump crea una agencia estatal a medida de Elon Musk
Las características y objetivos del Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge).
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La imagen fue difundida por el propio Musk
Como parte de los primeros pasos en la definición de su futuro gabinete, Donald Trump designó al empresario Elon Musk como cotitular de una nueva agencia que llevará por nombre el de Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge, por sus iniciales en inglés) y que tendrá como función impulsar una reestructuración en el área estatal.
Que el hombre más rico del mundo sea designado como funcionario ya sería, en sí mismo, un indicio acerca de la naturaleza del gobierno y del Estado. Pero hay mucho más que eso, ya que Musk llega al cargo con el burdo propósito de incentivar sus propios negocios personales. Así lo entienden, por lo menos, los inversores, dado que apenas un día después de la victoria electoral de Trump –a quien Musk apoyó durante la campaña- el patrimonio neto del empresario de origen sudafricano creció en más de 20.000 millones de dólares, sobre todo por el salto del 15% en el valor de las acciones de Tesla, la compañía que produce vehículos eléctricos (El Destape, 7/11). La percepción de que los negocios de Musk se beneficiarán con la llegada de Trump al poder disparó el interés por esas acciones.
En la propia denominación del organismo que conducirá Musk hay una referencia a una empresa con la que está relacionado. “Doge” es una alusión tanto a un meme como a una criptomoneda llamada dogecoin, cuya cotización se disparó de 0,17 a 0,40 dólares con el triunfo de Trump. En el caso de Musk, ha impulsado la valorización de la criptodivisa por medio de comentarios en las redes sociales. Con el guiño que supone estampar su sello en el propio nombre de la nueva agencia, la firma en cuestión cobra nuevos bríos.
En pocos días, entonces, Musk más que reembolsó su aporte a la campaña de Trump, a la que destinó cerca de 120 millones de dólares de manera oficial. Por todos estos motivos, el planteo de Musk de que hará “temblar al sistema” desde su cargo no pasa de una impostura o una fanfarronada. La cuestión es mucho más pedestre: desarrollar sus propios negocios privados, valiéndose de la palanca del Estado. Sin cartera, ya lo hizo bajo la gestión de Joe Biden, en la que Tesla y SpaceX (beneficiaria de la privatización de la carrera espacial por parte de la Casa Blanca) incrementaron su patrimonio neto gracias al apoyo gubernamental (CNN en Español, 9/11), lo que muestra, de paso, el carácter relativo de los discursos sobre el “libre mercado”.
Los otros dos aspectos de la nueva agencia gubernamental pasarán por el ataque a los trabajadores del sector público y el desmantelamiento de servicios sociales (ajuste), y por un despeje de regulaciones que pudieran entorpecer los negocios de los grandes conglomerados capitalistas. En Argentina, Milei creó, con el mismo propósito, un organismo que preside Federico Sturzenegger.
Otra característica de la carrera de Musk ayudará a entender mejor la orientación que puede imprimirle a su gestión: su furiosa oposición a la organización sindical. En Estados Unidos, todos los intentos en Tesla han sido dinamitados por medio de despidos y persecuciones. Sus trabajadores ganan unos 55 dólares la hora, contra los entre 66 y 71 dólares en las grandes plantas automotrices de Detroit, que sí cuentan con sindicatos.
Musk quiere remover las trabas para el capital, pero afianzar las cadenas de los trabajadores.