Trump, México y la “unidad nacional”

@tomaseps


Entre las primeras medidas de gestión de Donald Trump estuvieron la firma del decreto para avanzar en la construcción del muro en la frontera con México y la promesa de aranceles contra la importación de productos de ese país a EEUU, tentativas que se han caracterizado en Prensa Obrera como "una extorsión política anticipada a la renegociación del tratado comercial de América del Norte (Nafta), cuando Trump pretende extraer de México concesiones sin precedentes (…) en primer lugar, convertir a México en colonia petrolera de su vecino imperialista". En respuesta a las invectivas del magnate, se ha formado un amplio coro en pro de la unidad nacional mexicana.


 


Uno de los principales coreutas es Andrés Manuel López Obrador, quien invitó al presidente Peña Nieto a suscribir un "Acuerdo de Unidad Nacional en Defensa de los Derechos de los Migrantes y de los intereses superiores de México" y planteó un decálogo de medidas económicas y políticas. El presidente de la formación centroizquierdista Morena lanza así un salvavidas al gobernante del PRI, asediado por la intensa movilización popular desatada por la suba del precio de la gasolina, que esparció por todo el país la consigna "Fuera Peña Nieto". López Obrador -favorito en las encuestas para las elecciones presidenciales de 2018- dirige así a la burguesía mexicana un mensaje de compromiso con las instituciones en jaque -que continúa la incorporación en su equipo de Esteban Moctezuma, un ex funcionario del PRI y representante de capitalistas de medios. La centroizquierda del PRD también está dispuesta a poner el gancho al contrato.


 


El potencial antiobrero del planteo de "unidad nacional" contra Trump lo desarrolló un columnista en el diario Reforma (30/1), quien sostiene que "La soberanía se defiende con fortaleza económica (…) El primer paso es descartar todas las restricciones a nuestra capacidad de desarrollo económico" -un galimatías para arremeter aún más sobre las condiciones paupérrimas de los trabajadores mexicanos, con salarios promedio en la industria de 2,2 dólares la hora (La Jornada, 6/9/16). Por si quedaba alguna duda, el planteo unitario lo suscribe Carlos Slim, poseedor de la cuarta mayor fortuna del mundo según la revista Forbes, y candidato a ser un Trump "a la mexicana".


 


La orientación de la unidad nacional choca sin embargo con las tendencias de fondo de la crisis mexicana. La crisis política sigue su curso.


 


De mayor relevancia, la movilización popular sigue en desarrollo: el 31 de enero tuvo lugar una de las protestas más numerosas de los últimos meses en la Ciudad de México, con decenas de miles de manifestantes, en el marco de una jornada nacional contra el gasolinazo. Luego de la misma, Peña Nieto hizo malabares por cadena nacional, al cantarle a su vez a la "unidad nacional" y presentar el "desafío" de una buena relación con Trump.


 


La "unidad nacional" con Peña Nieto es el camino asegurado para la derrota. ¿Unidad nacional con los responsables del gasolinazo, el Estado narco y las desapariciones de Ayotzinapa? El camino es la unidad de los explotados.