Turquía: “La deuda pública es impagable”

Lo del título no lo dice el PO sino un amigo de Cavallo y de Pou, el economista y especulador norteamericano Rudi Dornbusch (La Nación, 23/4). Esto no sería nada si no se agrega que, según recientes informaciones, los pequeños agricultores han decidido poner en venta pueblos enteros para pagar colectivamente sus deudas a los bancos (Le Monde, 21/4).


Según Dornbusch, “la limpieza del sistema bancario devoraría un 25% del PBI en concepto de deuda pública adicional…”. Si esa “limpieza” se posterga, dice, “subirán los costos”. “La deuda pública turca es simplemente impagable”, agrega. Dice también que “Turquía va camino de un colapso financiero dramático que podría arrancarla de su precaria situación política y lanzarla hacia lo desconocido”. Hay que tener en cuenta que se está refiriendo a un país que es clave en la zona del Cáucaso, en los Balcanes, en la Unión Europea, en la Otan y en el Medio Oriente.


Dornbusch le aconseja a Turquía lo mismo que a la Argentina: reprogramar la deuda, en cuyo caso promete “unos pocos años de penoso atrincheramiento”.


Crímenes políticos


Desde diciembre pasado, unos 800 presos políticos, distribuidos en 29 cárceles, se encuentran protagonizando una huelga de hambre en protesta por la decisión del gobierno de Turquía de confinarlos a celdas con capacidad para una o tres personas. Cuando, hace cuatro meses, los presos se rebelaron contra esa decisión, el ejército turco desencadenó una verdadera masacre carcelaria.


Luego de 160 días de huelga de hambre, ya han muerto 18 compañeros, pero también han perdido la vida dos mujeres de 18 y 20 años, que estaban entre las decenas de personas que están realizando huelgas de hambre solidarias en sus propios domicilios. La población asiste a estos crímenes en directo, ya que la televisión se ha instalado en las casas de los huelguistas solidarios. El padre de una joven que ha muerto dice: “Cuando las autoridades afirman que corresponde a los familiares convencer a sus miembros de poner fin a esta acción, nos pintan como infanticidas. He perdido a una de mis dos hijas y puedo perder a la otra. Nuestros reclamos son muy simples: terminar con el régimen de aislamiento en las cárceles y negociaciones directas, sin mediadores, entre el Estado y los representantes de los presos”.


El Partido Obrero de Argentina se apresta a iniciar una campaña de solidaridad con los compañeros huelguistas de hambre de Turquía, desde el propio 1° de Mayo.