En la madrugada del 21 de mayo, el gobierno de Recep Tayiip Erdogan llevó a cabo una nueva ola de arrestos contra militantes de la izquierda y del movimiento obrero, como parte de una persecución política lanzada tras la movilización del 1° de mayo y los incidentes con la policía en la plaza Taksim de Estambul. El 2 de mayo, hubo 50 detenciones (dos de esas personas ya fueron liberadas), a lo que se suman ahora 39 nuevos casos, entre ellos algunos compañeros del Partido Socialista de los Trabajadores (SEP).

El gobierno turco viene aplicando una severa represión contra los trabajadores, en el marco de un empeoramiento de las condiciones de vida. “En Turquía, bajo el gobierno de Erdogan, la economía se está deteriorando, marcada por altos costos de vida y un rápido aumento de la pobreza. Hay un malestar significativo entre los jóvenes, graves problemas financieros entre los jubilados y una creciente frustración entre la clase trabajadora a medida que sus salarios disminuyen”, explica un artículo publicado por el portal Socialist Middle East.

Expresamos nuestro repudio a la persecución del gobierno y reclamamos la libertad de todos los compañeros detenidos.