UCRANIA: Un oligarca para aplastar la rebelión e imponer el ajuste

Un oligarca para aplastar la rebeli�n e imponer el ajuste

En medio de la ofensiva militar contra las ciudades rebeldes del este por parte del gobierno de Kev, se realizaron las elecciones presidenciales en Ucrania. El ganador, que obtuvo más del cincuenta por ciento de los votos, fue el oligarca de la industria del chocolate Petro Poroshenko, integrante de todos los gobiernos desde 1991 a la fecha. Fue también uno de los fundadores del Partido de las Regiones del depuesto Yanukovich -a quien le soltó la mano cuando abandonó su política de acuerdo con la UE. Los fascistas tuvieron votaciones marginales, menores al 2%, aunque ocupan puestos importantes del gobierno y son protagonistas destacados en las acciones militares contra el este y masacres como la de Odessa. La votación alcanzó al 60% del padrón electoral, con altos niveles en Kiev. El boicot impuesto por los rebeldes en Donetsk y Lugansk fue efectivo: solamente votó el 10% de la población.

La elección fue avalada por Putin desde diez días antes. Poroshenko declaró su intención de normalizar las relaciones con Rusia. Durante la campaña electoral, “el rey del chocolate” prometió resolver en tres meses los conflictos con Rusia.

“Terminar  con la insurrección del este”

Este es el objetivo fundamental que la UE y el FMI le han impuesto a Poroshenko. Ni bien concluyeron las elecciones se relanzó la ofensiva militar contra los rebeldes. Los llamados de los separatistas a la Federación Rusa han caído en saco roto. Putin no tiene ninguna intención de avanzar en una anexión. En los territorios de Crimea, anexada a Rusia, miles salieron a votar en las provincias vecinas, aunque no se sabe sobre qué padrón electoral.

La posición de Putin ha creado confusión entre los rebeldes, quienes se ven acechados por el ejército ucraniano. El oligarca Rinat Akhmetov, el hombre más rico de Ucrania, ha llamado a terminar con la insurrección y apoyar al gobierno. Los rebeldes se encuentran frente a un impasse. Varias minas, propiedad de esta oligarquía, han sido ocupadas.

Un escenario explosivo en términos económicos está por delante, como consecuencia de los planes de ajuste impuestos por el FMI y la Unión Europea.


Martín Corbatta