Están convocadas, para este año, elecciones presidenciales; y ante las candidaturas de la derecha (Alianza por Chile) y de la Concertación (PS, DC, etc.), se ha conformado un conglomerado de la izquierda democratizante, denominado “Podemos” (Partido Comunista, Movimiento de Izquierda Revolucionaria, el Partido Humanista y otros grupos políticos).

 

Otro de los impulsores, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, justifica a Podemos en función de “articular una tercera situación revolucionaria” (las anteriores fueron el movimiento popular que llevó a la Moneda al presidente Allende y la rebelión popular que enfrentó a Pinochet). También sostienen que “el sistema donde se legaliza la dependencia con un alto grado de gobernabilidad es obra principal de la Concertación, por lo cual ésta, para nosotros, hace rato dejó de ser un mal menor y se ha convertido en un mal mayor”. Como conclusión destaca que “se instala en la dirección del ‘Podemos’ la idea de conformar un Frente Amplio que incluya al Podemos pero que lo sobrepase en su conformación político-social”. Y para ello es necesario “avanzar también en la profundización de las contradicciones al interior de la Concertación y en una escisión importante en ella”. Y además se pronuncia por “no avalar aquella tendencia que intenta señalar que un gobierno más de la Concertación sería preferible a un gobierno de la derecha”.

 

A renglón seguido, el precandidato presidencial del Partido Comunista, Tomás Moulián, en un encuentro con el Movimiento de Recuperación Gremial, del Colegio de Profesores, explicita aún más la estrategia del ”Podemos”: “debe haber un candidato que vaya más allá de las voluntades que conforman el Podemos”.

 

En relación a la Alianza por Chile y la Concertación, sostuvo que “aparecen distintos, pero convergen en la administración eficiente del modelo”, pero hubo un gran error en la campaña anterior de Gladys Marín, ya que “no se distinguió las diferencias entre Lagos y Lavín. Hay una distinción tenue, pero que es decisiva. En este gobierno se ha torturado. Los presos de la cárcel de alta seguridad pueden dar testimonio, pero no es similar a la tortura en los tiempos de Pinochet”. Sin palabras .

 

Y en el cuadro de estas horrorosas “distinciones” es que con relación a las precandidaturas de Soledad Alvear y Michelle Bachelet (ocupantes de los ministerios de Defensa y Justicia), sostiene que “acerca de la precandidata del bloque PS/PPD-Bachelet lo fundamental es establecer un programa, plataforma, que se diferencie claramente de la aspirante oficialista”.

 

Conclusiones : a la crisis de los partidos históricos del régimen político, se ha sumado, ante los ojos de las masas, el agotamiento de la Concertación, que en su momento ayudó a evitar un colapso de la dictadura, dando cabida a una “transición democrática”. Todos estos partidos del “Podemos” apoyaron de una u otra manera, en su momento, a la Concertación (mal menor).

 

La propuesta del “Podemos” de poner en pie, en Chile, el fracasado Frente Amplio uruguayo expresa, por anticipado, la necesidad de reconstruir la autoridad del Estado burgués sobre las masas.

 

Hace falta una izquierda anticapitalista y una alternativa obrera y socialista.

 

 

 

(Elaborado en base a artículos de los semanarios El Siglo , números 1223 y 1225, y de charlas con compañeros mineros.)