Un grito global por George Floyd

Fin de semana de protestas en varios países

Las protestas por el crimen de George Floyd se extienden por todo el mundo. Este sábado, se esperaba una manifestación multitudinaria en Washington, a la par que hubo protestas en Canadá, Australia, Corea del Sur, Japón y varios países europeos.


El viernes tuvo lugar en Estados Unidos la décima jornada consecutiva de movilizaciones (Atlanta, Los Angeles, Minneaopolis, Miami, Nueva York y Denver), que en muchos casos sufrieron la represión de las fuerzas de seguridad. El crimen de Floyd ha actuado como detonante de una rebelión que tiene como trasfondo la catástrofe económica, social y sanitaria. Trump, que no cesa en sus provocaciones y amenazas contra el movimiento popular, es blanco de la furia de los manifestantes. Pero la bronca alcanza también a los demócratas. El jueves, durante un homenaje a Floyd con la participación de 10 mil personas, el alcalde neoyorquino Bill de Blasio fue abucheado y recibido al grito de “renuncia” cuando intentó tomar la palabra. El repudio responde a que los gobernadores y alcaldes demócratas han apelado, como Trump, al toque de queda y la represión contra las protestas.



Bajo el influjo de la rebelión norteamericana, en México han estallado protestas contra el crimen de Giovanni López, un albañil de 30 años que fue torturado y asesinado por la policía municipal de Ixtlahuacán, localidad contigua a Guadalajara.


Las movilizaciones de solidaridad con Floyd, fuera de Estados Unidos, han adoptado también críticas a los regímenes locales. En el Reino Unido, por ejemplo, las masivas manifestaciones de este sábado (en Londres, Manchester, Sheffield, Glasgow, Cardiff y Leicester, entre otras ciudades) pusieron bajo la lupa el “racismo institucional” en el país. Estas marchas han desafiado las advertencias del gobierno para que la población no se movilizara, poniendo como pretexto el coronavirus (en paralelo, el gobierno muestra su completa desidia frente al avance del Covid-19). Durante la semana, hubo marchas con una destacada participación de la juventud, que fueron reprimidas por la policía.


En Francia, este sábado hubo nuevas movilizaciones, pese a que fueron prohibidas por las autoridades. El martes pasado, cerca de 30 mil personas se habían manifestado en París, bajo la convocatoria del Comité Adama, que lleva el nombre de Adama Traoré, un joven negro que murió en 2016 tras su detención por parte de fuerzas policiales.


Durante la semana, hubo también movilizaciones multitudinarias en Amsterdam, Dublin y en Frankfurt.



Protesta en Sidney, Australia


 


En Canadá ha habido concentraciones en diferentes ciudades este sábado. El primer ministro Justin Trudeau participó de una de ellas en la capital, Ottawa. Es una hipocresía: el Estado canadiense aplica la misma política racista y represiva que Estados Unidos (una encuesta indica que la población negra de Toronto representa el 36.5% de las víctimas a manos de la policía, siendo apenas el 8% de la población de la ciudad entre 2000 y 2017, según CBC News del 3/6). A su vez, es responsable de una política genocida hacia las comunidades indígenas, como ha certificado un comité que investigó el asesinato de más de mil mujeres nativas entre 1980 y 2012. Por estos días, hay movilizaciones en el país por el esclarecimiento de la muerte de Regis Korchinski-Paquet, una joven afroindígena que murió bajo custodia policial.


También en Australia, las marchas (que reunieron más de 10 mil personas) denunciaron el encarcelamiento y muerte de indígenas a manos de las fuerzas de seguridad (más de 400 casos, según la Comisión Real de Australia sobre los Derechos de los Aborígenes).


Todas estas protestas desenmascaran el rostro criminal del Estado capitalista. Para terminar con la opresión, la violencia estatal y el racismo, es necesario que gobiernen los trabajadores.