Un método de construcción de la Internacional

El acto internacionalista realizado el 7 de abril fue la culminación de una intensa actividad. Las decenas de organizaciones que hicieron uso de la palabra participaron activamente de las deliberaciones del XXV Congreso del PO y de la Conferencia Internacional, del 2 y 3 de abril, desarrollada en la Facultad de Ciencias Económicas. Los días 4, 5 y 6 tuvo lugar una deliberación de la propia CRCI, sobre la base de un informe político internacional y de un balance de sus actividades.



Pero es necesario ir más lejos, pues estos eventos vienen precedidos por las Conferencias Euromediterráneas y la Conferencia latinoamericana de Montevideo. En la reunión posterior a la cuarta Conferencia Euromediterránea, que tuvo lugar a mediados del año pasado, se fijó una reunión en Estambul para fines de 2017. Allí se trazó una agenda de trabajo que incluyó la convocatoria a la Conferencia que acaba de realizarse en Buenos Aires.



Las organizaciones nucleadas en la CRCI invitamos a organizaciones obreras y socialistas y grupos combativos de diferentes países, conscientes del escenario convulsivo que estamos atravesando. Asistimos a una de las transiciones históricas más contradictorias y violentas de la historia, caracterizada por la crisis capitalista mundial, desequilibrios políticos crecientes, una mayor guerra comercial y financiera, un incremento de las guerras imperialistas, crisis de los más variados regímenes políticos y tendencias a la rebelión popular.



Desarrollar un debate acerca de las perspectivas del período actual y las responsabilidades y tareas que nos caben a los que luchamos por la revolución socialista. Alentamos, por un lado, la clarificación de posiciones políticas y de programas, y propugnamos, por el otro, una acción común internacional con todas las expresiones de lucha y de combate que buscan su asiento en la clase obrera y en las masas.



La Conferencia internacional, precedida por las deliberaciones del propio Congreso del PO, fue un foro de debates y de conocimiento recíproco, y al mismo tiempo trazó un plan de acción. Se aprobaron resoluciones sobre la cuestión de la guerra, América Latina (ver artículo adjunto) y Rusia. El acto transmitió, por boca de sus protagonistas, las conclusiones a las que arribamos.



Asistieron a la Conferencia organizaciones con historias y experiencias diferentes, que son atraídas a un debate y a la necesidad de una organización internacional, como resultado de nuevas situaciones históricas y desafíos políticos. El desarrollo de los debates ha vuelto a reivindicar el método del PO y de la CRCI de reconstruir la Internacional obrera y revolucionaria mediante el debate político, y la actividad resultante común de todas las organizaciones, partidos y grupos que luchan contra el orden existente en base a la lucha de clases y a la organización independiente del proletariado.



Las organizaciones convocantes nos colocamos en el terreno de la reconstrucción de la IV Internacional. Las iniciativas que adoptamos se dan desde este campo político y, a partir de él, llamamos a desenvolver un debate franco y fraternal con otras organizaciones políticas. En este marco, el Partido Obrero reivindica la trayectoria de la CRCI, cuya acción como corriente internacional debe ser revitalizada en la nueva etapa política que ingresamos. El rol estratégico que le asignamos a la CRCI fue materia también de discusión, tanto en el Congreso como luego en la Conferencia internacional, que congregó a las organizaciones que son parte integrante de la misma. Al respecto, presentamos un balance de la CRCI en la que se confronta la experiencia y la política de la CRCI con la de otros agrupamientos políticos de la izquierda, incluso del trotskismo. La lucha por la IV Internacional ha sido en los últimos veinte años un proceso histórico concreto -o sea, un desarrollo y delimitaciones políticas y programáticas.

 


Foto: Bernardo Cornejo