Un saludo revolucionario del Partido Comunista de los Trabajadores de Italia

Por su edición número 1.000

dirigente del Partido Comunista de los Trabajadores de Italia

Para quien escribe, es un viejo recuerdo, de casi cuarenta años, el antecesor de Prensa Obrera, el periódico Política Obrera, que traía la voz de la vanguardia de clase y la realidad de la movilización proletaria tanto en el momento más álgido del ascenso obrero iniciado en el Cordobazo, como el de aquellos días más trágicos de la sangrienta represión que le siguió.


Para muchos otros de nuestros compañeros, los análisis sobre los acontecimientos argentinos y sobre otros temas de la lucha de clases internacional han acompañado los últimos diez años de nuestra acción política. Nuestro periódico, Progetto Comunista, en particular en el período del Argentinazo, reprodujo prácticamente en todos sus números artículos extraídos de vuestro periódico. De este modo, vuestros análisis se han convertido en fuente de conocimiento y reflexión para una vanguardia que en esa época desarrollaba una batalla por el marxismo revolucionario al interior del Partido de la Refundación Comunista. La utilización de los artículos de vuestro periódico ha continuado casi hasta hoy. De hecho, el último número de Progetto Comunista contiene un artículo del compañero Jorge Altamira sobre el real significado de las nacionalizaciones de Chávez, extraído de Prensa Obrera.


Ultimo número de Progetto Comunista no sólo en orden de tiempo sino también último porque fue el final. En estos días está por aparecer el primer número de nuestro nuevo periódico, que toma el nombre de Periódico Comunista de los Trabajadores. Este cambio de título corresponde a la nueva realidad de la estructuración político-organizativa de nuestras fuerzas. Es decir, a nuestra constitución —hace un año, luego de romper con el Partido de la Refundación Comunista que entró al gobierno— en Partido Comunista de los Trabajadores. Luego de un período de asentamiento del nuevo partido, que representó un momento de desarrollo político y numérico, pero también de grandes dificultades organizativas, hoy queremos realizar un salto político, que es la regularización de nuestra prensa con el nuevo nombre. Un nuevo nombre que representa también funciones y características en parte diferentes. Progetto Comunista representaba en primer lugar un instrumento propagandístico dirigido (aunque no exclusivamente) hacia una vanguardia politizada, es decir militantes y afiliados críticos de Refundación Comunista. Hoy, el desafío de nuestro periódico, órgano de un partido revolucionario independiente, debe ser el de dirigirse siempre a una vanguardia, pero mucho más amplia, en primer lugar en las fábricas, en los otros lugares de trabajo y en los barrios populares. En este sentido, el Periódico Comunista de los Trabajadores será más parecido que el viejo Progetto Comunista a la Prensa Obrera, cuya experiencia será nuestro ejemplo.


Hoy vivimos en Italia una situación al mismo tiempo compleja y difícil, pero llena de posibilidades para la construcción de un partido revolucionario obrero y marxista. Con nuestra constitución como PCT (cuya fase constitutiva concluirá en los próximos meses con su I Congreso), nos encontramos, a pesar de la modestia de nuestras fuerzas, como el más significativo partido de oposición de izquierda al gobierno capitalista e imperialista de centroizquierda encabezado por Romano Prodi. Hemos buscado presentar un punto de referencia alternativo para los trabajadores, cuyo desconcierto y desilusión por la política antiobrera del gobierno tiende, en un primer momento, a convertirse en desmoralización y desinterés. En este cuadro, hemos tenido incluso una primera experiencia de presentación, totalmente autónoma, en algunas importantes elecciones locales, que han señalado una pequeña e inicial, pero no insignificante, atención hacia nuestro partido de parte de sectores crecientes de trabajadores. Hemos superado en muchos lugares el 1% de los votos, con una media general —sumando realidades geográficas y políticas muy diversas— del 0,76%. Un resultado que no es insignificante si se tiene en cuenta la absoluta falta de medios financieros adecuados para la campaña electoral.


Mientras tanto, en todo este año, hemos sido parte central del frente único en el terreno de la lucha de masas, sea obrera o antiimperialista. En este último terreno, central dado el carácter imperialista de Italia y su intervención en muchos lugares del mundo, y en primer lugar en Afganistán y el Líbano, hemos sido los principales organizadores, junto a dos estructuras sindicales de izquierda (Cobas y Representación de la Base), de las primeras iniciativas de movilización contra el gobierno. Un frente único que luego se ha extendido a otras fuerzas “críticas” como los “movimientos” sociales y juveniles, de los cuales en el pasado el dirigente de Refundación Comunista Fausto Bertinotti se presentaba como aliado estratégico y representante político. Como ha informado la propia Prensa Obrera, el 9 de junio tuvo lugar una gran manifestación, con decenas de miles de participantes, contra la visita a Roma de George Bush y contra la política del gobierno de Prodi, contrapuesta a una plaza vacía, donde la izquierda reformista (en primer lugar Refundación Comunista) intentaba realizar una manifestación de crítica a Bush sin ninguna crítica al gobierno de Prodi.


Una plaza vacía que expresaba también el rechazo general de la base de la izquierda reformista a la política antiobrera e imperialista que lleva adelante el gobierno.


Las consecuencias del 9 de junio se están viviendo hoy. Frente al riesgo de una pérdida final de su propio apoyo de masas, los embarulladores reformistas que dirigen Refundación se han endurecido formalmente respecto de una hipótesis de reforma jubilatoria: el gobierno de Prodi, en medio de una crisis permanente, vive un momento culminante. Las próximas semanas dirán si seguiremos en el escenario político actual o tendremos que afrontar uno nuevo y diferente.


En cualquier caso, nuestro partido está listo, en cualquier escenario, a desarrollar con claridad su batalla política para desenmascarar a las direcciones reformistas y construir una perspectiva revolucionaria para el movimiento obrero.


En esa batalla será, como siempre, de gran ayuda la presencia fraternal de los compañeros de la Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional y, en particular, del Partido Obrero y de su periódico, Prensa Obrera.