Fuerzas israelíes asesinaron este jueves 26 a nueve palestinos durante una redada en el campo de refugiados de Jenin, en el norte de Cisjordania. Los efectivos abrieron fuego contra los pobladores que bloqueaban el ingreso al lugar, según el sitio Middle East Eye.

Las incursiones del ejército israelí son recurrentes. Ya han muerto 29 palestinos en lo que va del año y el 2022 marcó un récord de víctimas.  A estas masacres, el Estado israelí intenta justificarlas como operativos para capturar a militantes de organizaciones armadas.

La redada sobre Jenin incluyó el ingreso de bulldozers para demoler viviendas. El ministro de salud de la Autoridad Palestina, en tanto, denunció que los invasores lanzaron bombas de gas lacrimógeno dentro de un hospital. Fuentes sionistas lo desmienten, pero admiten que el gas empleado en la represión ingresó al nosocomio.

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En repudio a estos nuevos crímenes, una paralización de actividades fue lanzada por organizaciones palestinas en Cisjordania y Jerusalén Este.

El nuevo ataque contra la población palestina se produce a pocas semanas del regreso al poder en Israel de Benjamin Netanyahu, quien forjó una coalición de extrema de derecha que se propone avanzar en la legalización y construcción de asentamientos en tierra palestina, e incluso detener a quienes ondeen la bandera negra, verde y roja.

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