Internacionales
16/5/1995|447
Una vez más traicionados
Trinchera Revolucionaria. Vocero de la Oposición Trotskysta del POR
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Heroísmo de las bases e incapacidad de los dirigentes
La valerosa lucha de los maestros, la prolongada huelga general indefinida, las múltiples manifestaciones y bloqueos callejeros, los heroicos combates —con piedras, palos y warak’as— del magisterio rural, las decenas de heridos y presos, los cientos de confinados, todo ha sido vilmente traicionado por los dirigentes de la COB.
No podía ser de otra manera, esos dirigentes responden a partidos oficialistas como el MBL y pro-oficialistas como CONDEPA y ASD.
Ni siquiera hay sueldos
La traición es tan grave que ni siquiera garantiza el pago por los días no trabajados, o sea que casi no existe sueldo de marzo y abril para los maestros. Tampoco se garantiza la libertad de los dirigentes Raúl Nina, E. Aliaga, G. Soruco, V. Plata, J. L. Alvarez, Evo Morales y otros.
Esta vergonzosa traición de los dirigentes debe ser castigada por las bases.
Lo más grave es que abandonaron la lucha por los objetivos del salario mínimo vital y por la anulación de la reforma educativa y todas las leyes antinacionales del neoliberalismo, así como el aplastamiento de la política global de la dictadura gonista.
Ante la traición de los dirigentes de la COB y las confederaciones, las federaciones de urbanos y rurales están obligadas a tomar medidas que impidan el azote a las bases que han salido al combate.
Preparar las futuras batallas
El heroísmo de las bases en lucha mostró que es indispensable barrer a la burocracia sindical que no sólo traicionó en el levantamiento de la huelga, sino que desde el principio boicoteó la unificación de los diversos sectores, impidió que se potencie y se radicalice aún más la lucha, en fin, se ha convertido en el peor obstáculo que tienen que vencer los trabajadores.
Esa labor nos plantea, al mismo tiempo, la lucha por rectificar el proceso degenerativo del partido revolucionario (POR), que le impidió trabajar en el seno de las bases cocaleras y de otros sectores, para iniciar el combate con un pacto magisterio-cocaleros y otros sectores, para encaminarse seriamente a aplastar al bloque del neoliberalismo, la clase dominante y el imperialismo.
Esa unidad hubiera planteado la necesidad de estructurar el frente único antiimperialista en plena batalla, hecho que habría potenciado la lucha.
¡Abajo la dictadura policíaco-militar asesina, odiada por la gran mayoría de los bolivianos!
¡Abajo las leyes malditas, antinacionales: la reforma educativa, la ley 1008, la capitalización y participación popular!
¡No a la entrega de las empresas estatales a los pulpos transnacionales que saquearán los recursos naturales y nuestra economía!
¡Por el salario mínimo vital de 1870 Bs con escala móvil!
¡Por el libre cultivo, comercialización e industrialización de la coca!
¡Desconocimiento de la deuda externa y nacionalización de la gran banca!
¡No a la doble y triple tributación para los gremialistas! ¡Que los ricos paguen los impuestos!
Nuestro objetivo: Establecer el gobierno obrero-campesino, que es el gobierno revolucionario de los explotados bolivianos, dirigido por el proletariado (dictadura del proletariado).