Internacionales
2/11/2000|686
Uruguay: crece la rebelión estudiantil-docente
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Los estudiantes secundarios de los liceos y colegios técnicos hicieron punta con las ocupaciones, que comenzaron hace veinte días. Las ocupaciones se mantienen y han comenzado a extenderse al interior del país, a pesar de las amenazas represivas del ministro de Educación, que llamó a la policía a “reaccionar ante los desmadres de los estudiantes” (La República, 23/10). Ni lerdo ni perezoso» el jefe de la Policía “denunció” que los secundarios eran “asesorados por la guerrilla zapatista”… El hombre ha perdido el sentido del ridículo.
Los secundarios reclaman el aumento del presupuesto y la derogación de las normas represivas que regimentan la formación y el funcionamiento de los centros de estudiantes. La organización de las ocupaciones se basa en los centros y en las asambleas estudiantiles» que tienen “todo el poder” (Brecha, 6/10); los representantes estudiantiles, incluso, son renovados sistemáticamente, tanto para impedir las represalias de las autoridades como para, también, impedir su burocratización. Los propios estudiantes se encargan de mantener una disciplina combativa en los colegios ocupados, necesaria para enfrentar las amenazas policiales de desalojo y las provocaciones (las asambleas son filmadas por los servicios de seguridad). “Al que arma bardo, le pedimos que se vaya”, declara una estudiante (Brecha, 20/10). En los colegios que no han sido ocupados (para impedir- lo, las autoridades han cerrado varios) los estudiantes se movilizan y cortan de calles.
En esto lucha, los secundarios han obtenido una primera victoria. Los estudiantes del Instituto de Enseñanza de la Construcción (IEC), que mantienen ocupada la escuela, “lograron que el Consejo de Educación Técnica Profesional elaborara un programa de estudios en base a su plataforma de reivindicaciones, que será aplicado en todos los institutos del país* (La República, 24/10). Los estudiantes, en su mayoría obreros y aprendices de la construcción, reclamaban la oficialización de los títulos y la especificación de sus perfiles.
Las universidades han entrado en huelga, en reclamo de un mayor presupuesto. Diecinueve de las veintiún casas de estudio están en huelga y cinco han sido ocupadas, lo que ha llevado a la Federación Universitaria a votar la huelga general. En doce universidades, también los docentes están en huelga. La lucha universitaria se apoya en masivas asambleas, como la de Medicina, donde el lanzamiento de la huelga fue ovacionado por 2.500 estudiantes.
El fenómeno de las asambleas masivas se repitió en el Hospital de Clínicas, donde 2.000 trabajadores votaron la huelga por tiempo indeterminado. Los docentes de primaria, mientras tanto, han comenzado a realizar marchas en el interior del país (San José) y paros zonales.
Es toda una rebelión estudiantil y docente que está en marcha, que se expresó en una “multitudinaria movilización conjunta” (La República, 20/10) de secundarios, universitarios y docentes al Congreso, en repudio a la política de destrucción de la educación pública del gobierno fondomonetarista de Batlle (“cero en inversión educativa; cero en salarios docentes’’).
Esta política fondomonetarista ha llevado a Uruguay a una crisis económica descomunal (recesión, aumento del desempleo, caída de los salarios). Los estudiantes y los docentes son el primer destacamento de una lucha que pronto librará todo el movimiento obrero y popular uruguayo.