Internacionales
14/3/2013|1259
Uruguay: Huelga general en Montes del Plata
Conquistó comités de seguridad con poder de veto
Seguir
Terminó una huelga por tiempo indeterminado en la multinacional Montes del Plata, luego del accidente que costó la vida de un obrero. La muerte fue la gota que rebalsó el vaso de 80 accidentes laborales y 27 clausuras del trabajo en una planta que tiene un ritmo infernal de producción. Los trabajadores ocuparon la planta y obligaron a la dirección del Sunca (Sindicato de la construcción) a declarar la huelga por tiempo indeterminado, reclamando un protocolo de seguridad en la planta para terminar con la brutal cadena de accidentes.
Las presiones de la multinacional por la continuidad de la obra fueron enormes. Las gestiones anteriores de la dirección del Sunca nunca habían logrado una solución favorable. Por eso, los trabajadores decidieron salir a luchar para darle una salida de fondo a la situación Así, se arrancó una concesión que, aunque parcial, sienta un precedente de suma importancia para el movimiento obrero. El protocolo de seguridad conquistado establece que, ante un riesgo potencial de accidente, los delegados de seguridad puedan detener el trabajo, hasta que se coordinen las acciones para evitar cualquier posible daño. Es un acuerdo que está por delante de la legislación uruguaya y también de toda la legislación laboral argentina. Cuando se detecte una condición de riesgo, el Delegado Obrero del Sector detendrá la tarea en cuestión y tomará contacto inmediato con el encargado del trabajo (capataz, supervisor) a los efectos de su corrección. En caso de que la situación no se resuelva, el encargado de trabajo convocará en forma inmediata al Técnico Prevencionista del sector, y así sucesivamente hasta convocar al responsable de seguridad del conjunto de la planta. Las contratistas asumieron por acta el compromiso de aplicar un tratamiento igualitario a sus trabajadores, cualquiera sea su jerarquía, en el caso de la constatación de infracciones en materia de seguridad y salud.
El reclamo de comités de seguridad e higiene, con capacidad de los delegados de parar la producción ante un peligro de accidente, es una conquista enorme. La patronal aceptó el protocolo ante la huelga general y las denuncias públicas. Aunque el gobierno de Mujica aceptó el protocolo después de dos años de accidentes, se cuidó de "encerrarlo" sólo al ámbito de la multinacional. La burocracia del Sunca, después de permitir hasta el cansancio la brutal flexibilidad laboral, ahora se encuentra ante el reclamo de una generalización del protocolo de seguridad en todas las obras del país y en la industria. Un camino que abrió la huelga y que hay que profundizar.