Uruguay: Otra huelga general

Ciertamente, el movimiento obrero uruguayo ha entrado en una nueva etapa. Apenas quince días después de que la burocracia frenteamplista entregara la histórica huelga de 83 días de la construcción, los trabajadores judiciales votaron salir a la huelga por tiempo indeterminado por aumento de salarios.


Después del paro por tiempo indeterminado de la educación en marzo y, sobre todo, después de la huelga de la construcción, la resolución de la asamblea general de los judiciales pone en evidencia una profunda “revolución” en los métodos de lucha del movimiento obrero uruguayo. Esto es mucho más destacado si se considera que, por 1052 votos contra 74, la asamblea resolvió no realizar siquiera las “guardias gremiales”, paralizando totalmente las actividades judiciales. Semejante resolución es una derrota política fundamental para el Frente Amplio: los trabajadores decidieron dar preeminencia a sus propias reivindicaciones antes que al “funcionamiento de las instituciones de la democracia”, exactamente lo contrario de lo que viene sosteniendo, en la “teoría” y en la práctica, la burocracia sindical frenteamplista.


La huelga judicial confirma que el movimiento obrero uruguayo ha entrado en una nueva etapa de luchas, como consecuencia de esa enorme experiencia que resultó, para todo el pueblo explotado, la huelga de la construcción.